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Primus, Minerva y Calavera también están tomando fuerza a
nivel internacional con sus exportaciones; el sector representa el 0.16% del
mercado nacional.
Por: Sheila A. Sánchez F.
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Minerva, Primus,
Calavera, Boca Negra, Colima y Beer Factory son las marcas mexicanas que están
tomando fuerza en el mercado de la cerveza artesanal en México.
Su relevancia tiene que ver con una combinación de
factores que van desde el valor de la marca que han logrado, el tiempo que
llevan produciendo, el número de submarcas que tienen, su presencia en el
exterior y su nivel de producción, dijo la directora de la asociación
Cerveceros de México, Maribel Quiroga.
La industria mantiene el crecimiento de los últimos cinco
años y espera cerrar este año con 30% más en ventas.
Al año unas 50 marcas de cerveza artesanal producen 10
millones de litros (100,000 hectolitros), una cantidad que apenas representa el
0.16% del mercado nacional de cerveza.
La producción de cada cervecería artesanal ronda entre
los 2,000 a 10,000 hectolitros al año.
Las marcas de cerveza Minerva y Primus han logrado
liderar el mercado a lo largo de nueve años hasta llegar a ocupar dos de los
ocho asientos de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza, conformada
por directivos de Grupo Modelo y Cuauhtémoc Moctezuma.
La estrategia de Primus y Minerva
“La primera estrategia que utilizamos fue el acercarnos a
chefs de la alta gastronomía mexicana como Enrique Olvera, Daniel Ovadia y
Jorge Vallejo, pues estaban comenzando o ya estaban consolidados para que
ofrecieran nuestra cerveza”, aseguró Jaime Abreu, fundador y director comercial
de la cerveza Primus.
Primus ocupa el 16% del mercado artesanal. Para 2016
pretende llevar su producción de 3,000 a 6,000 hectolitros y exportar 10% de su
producción a EU.
Esta marca comenzó sus operaciones en agosto de 2006 en
la planta ubicada en San Juan del Río, Querétaro, para comercializarla en
diferentes puntos de la Ciudad de México como en El Depósito, en la
Graciela-Taller de cerveza, Fiebre de Malta y el Bebedero.
“Operamos la primera sucursal de El Depósito en el DF
—Minerva ya había abierto su primera sucursal en Guadalajara— y empezamos a
vender las 12 marcas de cerveza artesanal más importantes en México de aquel
entonces”, agregó el directivo.
El Deposito ahora cuenta con siete sucursales en el
Distrito Federal, de los cuales Primus es socia de cuatro.
A los tres años de su salida al mercado, en agosto de
2006, Jaime Abreu explica que su estrategia estaba enfocada a una
“diversificación” del producto debido a la “cerrazón” del mercado, a causa de
los contratos de exclusividad de las grandes cerveceras –Modelo y Cervecerías
Cuauhtémoc- con restaurantes y centros de consumos.
En 2012 denunciaron esta situación ante la Comisión
Federal de Competencia Económica (Cofece). “A los dos años hubo una resolución
que acordaba que la cerveza artesanal tenía acceso irrestricto a cualquier
centro, con una producción por debajo de los 100,000 hectolitros al año”, dijo
Abreu.
Cerveza Minerva, que comenzó a operar en 2003, pretende
cerrar el año con una producción de 14,000 hectolitros al año, en comparación
de los 10,000 hectolitros de 2014 y exportar alrededor del 5% de su producción
a Canadá, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
“Este año hemos invertido cerca de 5 millones de pesos,
principalmente en equipo de distribución y algunas adecuaciones a la planta”,
dijo Jesús Briseño, director y fundador de la marca.
Actualmente, comercializan su cerveza en Guadalajara,
Monterrey, Puerto Vallarta y, para octubre, pretenden abrir un punto de
distribución en la Riviera Maya. La cerveza también está a la en venta en
Soriana, Walmart, Seven-Eleven, supermercados HEB y Liverpool.
La Cámara Cervecera de México está integrada por 14
cervecerías artesanales y desde la semana pasada se sumaron dos compañías: La
Chingonería, de Isaac Aroche Soto en Colima y Guadalajara; y la Cervecería
Allende, de San Miguel de Allende, Guanajuato.
Las demás son BeerFactory, Boca Negra, Calavera, Cinco de
Mayo, Josefa, La Caminera, La Patrona, Malafacha, Minerva, Nevado, Primus y la
Tepozteca.
Retos
Los expertos coinciden en que uno de los mayores retos es
crear una cultura de la cervecera en México y continuar con una homologación
del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en las cervezas.
“Nos estamos acercando a diferentes legisladores y
diferentes instancias de gobierno para que transitemos en los próximos años a
una cuota mucho más equitativa como lo hacen los grandes países cerveceros del
planeta”, comentó Jaime Abreu.
El costo promedio de la producción de una cerveza artesanal es de 25 pesos,
mientras que la industrial va de 12 a 15 pesos, de acuerdo con Jesús Briseño. A
esta cantidad se suman el impuesto de 26.5%, que aumenta el precio de la bebida
para el consumidor.