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Laura Victoria Mena Cárdenas y Ana Isabel Centeno Pacheco son dos aguerridas jugadoras de fútbol bikini, un deporte de nuevo ingreso a la entidad. O como las jóvenes lo definen: un deporte-espectáculo.
La primera es vecina de Chuburná y la segunda, de Francisco de Montejo; pesan 60 y 62 kilos, respectivamente; nunca se imaginaron jugar fútbol americano y mucho menos en bikini.
Los primeros sorprendidos fueron sus padres. La mamá de Ana Isabel pensó inicialmente que se trataba de una broma, pues no podía imaginarse que la más tímida de sus hijas luciera su cuerpo de ese modo y menos en un deporte tan rudo.
“No te imagino en bikini delante de todos”, le dijo su progenitora. Y la verdad es que semanas atrás ni ella misma se lo imaginaba, según cuenta.
El fútbol americano es un deporte rudo, difícil de entender y sobre todo de practicar, una disciplina que cada año cautiva a muchas personas con la famosa final de la NFL (National Football League o Liga Nacional de Fútbol Americano). Pero ahora, el fútbol bikini está cautivando cada vez más a un mayor público masculino.
Esta disciplina está reuniendo a las mujeres deportistas de alto rendimiento, expertas en fitness, karate y hasta lucha libre, quienes son seleccionadas como jugadoras y exponentes de este fútbol americano femenil.
Una característica de esta modalidad es que las jugadoras no tienen tanta protección como los hombres y el juego depende más de la habilidad y fuerza de cada una. El uniforme consta solamente de un short corto, conocido como “cachetero”, top, calcetas, tenis, coderas, rodilleras, casco de hockey con careta transparente, guantes y protector bucal.
Este deporte es un “boom” en las redes sociales y está cautivando aficionados de uno u otro sexo.
Ana y Laura pertenecen a las Rangers de Mérida, equipo profesional de fútbol bikini que forma parte de la Woman Football League (WFL, por sus siglas en inglés), en la que participan ocho equipos: cuatro en la Conferencia Sur, a la que pertenecen ellas, Barracudas, SOA de Playa del Carmen y Nereidas de Cozumel. Las otras cuatro están en la Conferencia Centro: Red Devils de Toluca, VQueens de Saltillo, y Felinas y Jaguares de la Ciudad de México.
Integran a las Rangers de Mérida 22 jugadoras divididas en tres clasificaciones, 11 de ellas son las seleccionadas. Su sede es el complejo de canchas de fut 7, ubicado al norte de la ciudad y llamado “La Cancha”.
Laura tiene 22 años de edad, estudia Artes Visuales en la Facultad de Arquitectura de la Uady; es hija de Javier Mena Arana, agente de ventas, y de Deisy Cárdenas Aguayo, representante médico. Tiene una hermana menor.
La joven fue integrante de la selección de karate de Yucatán por 10 años, es cinta negra y ocupó un tercer lugar nacional en esa disciplina. Sus aficiones fuera del fútbol son el dibujo, la pintura, cantar reggae y baladas en español.
Su incursión en el fútbol bikini fue algo fortuito. Su novio, originario de Tampico y residente en Mérida, jugó en el equipo Vaqueros del Distrito Federal y le platicaba a Laura sus añoradas hazañas en el fútbol americano.
En una ocasión venía en el camión con un casco que le habían devuelto cuando tres jóvenes le preguntaron si jugaba ese deporte, lo que ella negó. Los muchachos le dijeron que su “coach” formaba un equipo de mujeres.
Aquello le llamó la atención, se lo comunicó a su novio y decidieron investigar de qué se trataba.
Resultó que su novio conocía al entrenador y Laura hizo el “casting”, requisito para ser admitida.
Rangers se formó en noviembre de 2013, primero perteneció a la Liga Iberoamericana de Bikini Footbal (LIBF), pero se decidió su ingreso a la Women Football League (WFL), una liga de alta competencia a nivel Nacional de Football Americano Femenil, que busca desarrollar los equipos que la conforman al mejor nivel deportivo, de imagen y espectáculo.
Antes de ser seleccionada oficial, Laura pasó por un proceso de preparación, mientras su novio le explicaba la manera de jugar y destacar en dicho deporte. Al estar ya con un pie adentro faltaba aún lo principal, comentárselo a sus padres.
El papá apoyó la decisión de su hija, la mamá igual, aunque eso de usar bikini para jugar ante un público no le causó mucha gracia.
Ana Isabel Centeno Pacheco es otra de las Rangers, tiene 28 años, es originaria de Progreso y licenciada en Educación con maestría.
Es hija de Tránsito de Jesús Centeno Esquivel, de oficio mecánico, y María del Carmen Pacheco Brito, contador público.
Desde los 13 años practicó atletismo, participando en las olimpiadas nacionales de Guanajuato, Toluca, Querétaro y Nayarit en la disciplina de lanzamiento de disco.
Ana Isabel cumple este octubre dos años de haber ingresado a las Rangers. Su primer contacto visual con el fútbol americano fue ver el medio tiempo de una edición del Súper Tazón, donde se presentaría Madonna.
En 2013 tomó un diplomado en entrenamiento deportivo infantil y la mayoría de sus compañeros eran entrenadores de fútbol americano. Ahí conoció al “coach” Luis Ortiz Romero.
No había entonces equipo, incluso el coach que dio el diplomado fue el que sugirió la formación de uno.
Tres semanas después recibió la primera invitación para integrar un equipo de fútbol americano femenil. Todo iba bien hasta que se enteró que el “casting” sería en bikini y de inmediato dijo: ¡No!, ni pensarlo siquiera.
La convencieron por amor propio, pues le sugirieron que a lo mejor no pasaba el “casting” (psicología inversa) y decidió intentarlo.