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En la oscuridad de la madrugada, un grupo conformado por unas 70 personas, entre los que había triatletas y ciclistas, se reunió afuera del Gimnasio Sport Center para partir en punto de las 6:04 de la mañana en una rodada de silencio en homenaje a Ruby Hernández Montero, ciclista que falleció anteayer en un accidente en la vía Mérida-Progreso.
Los ciclistas partían en pequeños grupos de siete a 10 personas, conformando así los equipos representativos de los diferentes gimnasios que normalmente se reúnen en ese mismo lugar todos los martes, jueves y sábado.
Entre los entrenadores que asistieron destacaron Raúl Aguayo, Felipe Trejo, Ismael Díaz, Jonathan Esteves, Erika Sauri y Gerardo Hernández Márquez (entrenador del equipo de triatlón de Sport Center: SC Raceteam), quienes lideraron la rodada.
Algunos entrenadores hicieron énfasis en que ante la falta de apoyo de la asociación de triatlón se apoyan casi en todo momento en la asociación de ciclismo.
La SSP estuvo pendientes de la seguridad del grupo que se dirigió a Progreso; algunos equipos también llegarían hasta Telchac y luego regresarían al punto de partida.
Hernández Márquez señaló que aprovechan la madrugada para “rodar” puesto que los conductores de automotores que usan la vía Mérida-Progreso casi nunca respetan el límite de velocidad señalada. “Aunado a esto, el tramo más peligroso para manejar es entre el gimnasio y la salida a Dzibilchaltún, pues algunos alumnos de la Universidad Anáhuac Mayab van a evidente exceso de velocidad”.
Los ciclistas unieron fuerzas y exigieron una solución a la falta de infraestructura vial para ejercer su deporte. Algunos de ellos incluso han decidido turnarse para contratar un chofer que los acompañe en sus entrenamientos, además de cooperar para la gasolina.
El ciclista Carlos Sam es uno de los principales donadores de gasolina y chofer que acompañan al grupo las mañanas en su rodada.
No hay respeto
Gerardo Hernández Márquez, entrenador del equipo de triatlón de Sport Center (SC Raceteam), dijo que aprovechan la madrugada para “rodar” porque los conductores que usan la vía Mérida-Progreso casi nunca respetan el límite de velocidad. “Aunado a esto, el tramo más peligroso para manejar es entre el gimnasio y la salida a Dzibilchaltún, pues algunos alumnos de la Universidad Anáhuac van con evidente exceso de velocidad”. Megamedia.
