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A cinco años de su construcción, el edificio de La Pepita continúa cerrado. Locatarios de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, así como los comerciantes de los alrededores consideran que el Ayuntamiento debe solucionar, si es que hay alguno, los problemas en esas instalaciones, ya que es un buen espacio para ofrecer productos y artículos.
Ese inmueble se empezó a construir en 2010, durante el gobierno de Angélica Araujo Lara. Sin embargo, no se llevó a cabo el proyecto original, que consideraba un inmueble de dos pisos que tendría espacio incluso para oficinas públicas y con cupo para un número mayor al de los comerciantes retirados de ahí.
La Pepita no entró en los planes de mejora para la zona de los mercados, de la anterior administración.
El ex alcalde Renán Barrera Concha descartó la apertura de La Pepita en su mandato, según explicó en su momento, debido a las fallas estructurales del edificio con los cambios que la administración anterior hizo al proyecto original.
De acuerdo con algunos comerciantes ambulantes y de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, La Pepita sería un buen lugar para algunos comerciantes. Sobre todo para los informales.
Así, se podría reducir un poco el número de vendedores que hay por las calles del centro de la ciudad, ya que en ese lugar hay espacio como para 80 personas.
“Creo que este nuevo ayuntamiento debería ya abrir nuevamente ‘La Pepita’, la cual ha estado cerrada y abandonada durante varios años y nadie hace nada”, indicó un locatario del mercado Lucas de Gálvez.
Por su parte, Jorge Braga, líder de los locatarios, indicó que el 22 de junio de 2010 se llevo a cabo la solicitud de concesiones; desafortunadamente, hubo mucho favoritismo y el ayuntamiento las canceló. Posteriormente, agregó, cuando sale Angélica Araujo no hubo una entrega de recepción de manera formal: unos llegaron y otros salieron y no se llevó al cabo la entrega formal.
Asimismo, indicó que la administración de Angélica “lanzó” un presupuesto de unos 28 millones de pesos por la remodelación de ese espacio, pero no la aceptó la administración de Renán Barrera y se quedó en un conflicto administrativo; por eso no se ha abierto.
Sin embargo, el líder de los locatarios aseguró que nunca se revisaron las supuestas fallas que se dijo que presentaban las instalaciones. “Nunca lo vivimos, nunca supimos qué pasa, si no funcionaba o no”, dijo.
“Debería abrirse de nuevo y así dar espacio a más vendedores que lo necesitan, que se hagan los arreglos que se necesiten y se llegue a los acuerdos necesarios”.
Por otra parte, a algunos comerciantes que se encuentran alrededor de “La Pepita” no les gustaría moverse del lugar porque ya hicieron sus comercios, ya tienen sus clientes y están conformes.— Abraham Bote Tun
La Pepita Aún sin fecha
Luego de cinco años de su construcción, el edificio de La Pepita continúa cerrado…
Obras diferentes
El proyecto original para La Pepita consideraba un edificio de dos niveles con espacio incluso para oficinas públicas y con cupo para un número mayor que el de los comerciantes que fueron retirados de ahí. Finalmente, sólo se hizo un mercado de una planta, con techo de lámina y 83 reducidos locales. Las autoridades señalan, entre otras fallas más, que hay mala ventilación natural e instalaciones defectuosas.