El narcomenudista Alan Álvarez Banda, uno de los muchos que abundan en Francisco de Montejo y que sin proponérselo forman ya un “cártel”, pasará ocho meses en prisión por venta de marihuana y “crack” en ese fraccionamiento del norte de la ciudad.
La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González decretó como legal su detención y lo imputó por delito de salud en su modalidad de narcomenudeo en la variante de posesión con fines de comercio de cannabis o marihuana y cocaína en su presentación de “crack”.
La medida cautelar entró en vigor ayer y concluirá el 17 septiembre.
Se estableció para el 20 del presente la audiencia de vinculación a proceso.
De acuerdo con lo que se informó, el 15 de enero, aproximadamente a las 21:20 horas, Alvarez Banda estaba en la calle 42 con 47A del fraccionamiento Francisco de Montejo llevando consigo una caja de cartón, donde tenía 20 bolsitas con hierba seca y otros 23 envoltorios de nylon con “piedra”.
Fue ubicado por agentes ministeriales cuando le vendía su dosis a un tipo que viajaba en una motocicleta y recibía 50 pesos. Al darse cuenta que se aproximaban los policías, el cliente mejor huyó.
El vendedor fue aprehendido con todo y mercancía, que pesó en marihuana 292 gramos y en coca menos de 10 gramos, pues la piedra que vendía estaba muy adulterada.
La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González decretó como legal su detención y lo imputó por delito de salud en su modalidad de narcomenudeo en la variante de posesión con fines de comercio de cannabis o marihuana y cocaína en su presentación de “crack”.
La medida cautelar entró en vigor ayer y concluirá el 17 septiembre.
Se estableció para el 20 del presente la audiencia de vinculación a proceso.
De acuerdo con lo que se informó, el 15 de enero, aproximadamente a las 21:20 horas, Alvarez Banda estaba en la calle 42 con 47A del fraccionamiento Francisco de Montejo llevando consigo una caja de cartón, donde tenía 20 bolsitas con hierba seca y otros 23 envoltorios de nylon con “piedra”.
Fue ubicado por agentes ministeriales cuando le vendía su dosis a un tipo que viajaba en una motocicleta y recibía 50 pesos. Al darse cuenta que se aproximaban los policías, el cliente mejor huyó.
El vendedor fue aprehendido con todo y mercancía, que pesó en marihuana 292 gramos y en coca menos de 10 gramos, pues la piedra que vendía estaba muy adulterada.