Los pescadores dicen que esta situación los afecta porque se ven en la necesidad de ir hasta San Felipe o Tizimín para cargar gasolina para sus embarcaciones.
Según comentaron los hombres de mar, desde hace varios meses tienen un problemas con la bomba porque se queda uno o dos días sin dar servicio.
Añadieron que cuando preguntan el porqué del desabasto, les responden que la pipa no llega a tiempo.
Incluso les han dicho que tomen sus precauciones y tienen que llenar suficientes bidones para no pasar necesidades.
Entrevistado al respecto, un empleado de la gasolinera, quien no quiso decir su nombre, señaló que el problema no es culpa de ellos, sino de las pipas porque no les surten de inmediato.
—Nos mandan una pipa, pero cuando la pesca es alta el combustible se agota rápido porque hay más demanda.
—Pueden llenar los depósitos, pero en cuestión de una semana o antes ya no hay gasolina de nuevo.
—Si solicitamos el combustible anticipadamente no nos lo mandan porque tenemos que depositar el dinero para que manden la pipa, y tenemos que esperar a que el combustible se acabe para tener el dinero.
Roberto Andrés Canto Aguilar, proveedor de una empresa de botanas, dijo que para él también es un gran problema cuando está cerrada la gasolinera.
—Uno se confía en que cargará combustible aquí (Río Lagartos), pero luego no hay y tenemos que irnos a San Felipe o comprar con algún pescador del puerto.
—Hace dos semanas nos pasó que fuimos a cargar combustible, pero cuando llegamos la bomba estaba cerrada y nadie atendía.
—Deberían de tener sus reservas porque no es la primera vez que pasa y afecta a gente local y a quienes solamente vamos de paso —sugirió.
