Hay múltiples contaminantes -bacterias, hongos y alergenos- que tú no puedes ver pero que según estudios allí se encuentran.
Cuando te mueves mientras duermes, los haces subir al aire y luego los respiras.
Esto es todo lo que hay en tu cama:
Excremento de ácaros del polvo
Cuatro de cada cinco casas en Estados Unidos tiene al menos una cama con ácaros del polvo, de acuerdo con la Asociación Estadounidense del Pulmón. Lo creas o no, esas pestes por sí mismas no son un gran problema. Es su excremento.
"El excremento de los ácaros del polvo esaltamente alergénico", dice el doctor William Berger, de la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología.
Inclusive si no eres alérgico al excremento de los ácaros, todavía pueden irritarte de la forma en la que la haría la pimienta si te cae en la nariz y los ojos.
Solución: La Academia Estadounidense del Pulmón tiene varias recomendaciones para limitar los ácaros del polvo, como retirar las alfombras y trapear los pisos.
Hongos
Brendan Boor, profesor asistente de ingeniería civil en el Colegio de Ingenería de Purdue, vive de estudiar las camas. Él dice que investigaciones muestran que las camas tienen moho, hongos y bacterias, pequeños contaminantes del diámetro de uno de tus cabellos.
Los hongos por sí solos se subirán a tus hombros. Un estudio analizó 10 almohadas de uso regular y encontró que en su conjunto tenían 47 especies de hongos.
Solución: Boor recomienda poner un purificador de aire junto a tu cama.
Litros de sudor
Piensa en esto: Pasas un tercio de tu vida en la cama, por lo que vas a sudar en ella, 98 litros al año, de acuerdo con estudios.
"Puedes tener estreptococos o estafilococos en tu piel y eso puede infectarte a ti o a tu pareja", dice Bergen.
Solución: La Asociación Estadounidense del Pulmón recomienda que laves tu ropa de cama con agua caliente al menos una vez a la semana.
Desechos corporales de tu mascota
No importa cuánto ames a tu mascota, podrías ser alérgico a su caspa, su orina o su saliva.
Solución: Si tienes una mascota, Boor recomienda aspirar tu cama y tus almohadas al menos una vez a la semana. Inclusive si no tienes una mascota, aspirar es bueno para deshacerte de otros contaminantes.
