Pecho apretado, estómago revuelto, y desesperación… son síntomas de un corazón en mil pedazos, ¿lo has sentido?
Cuando se produce una ruptura amorosa el dolor emocional se siente en la misma área del cerebro donde se siente el dolor físico. Ahora quizá entendamos porque con un analgésico como el paracetamol, una persona con el corazón roto podría sentirse mejor.
Pero, ¿qué pasa cuando te rompen el corazón? En pocas palabras, el cuerpo percibe el desamor como si se tratara de un dolor físico.
Cuando la persona se siente enamorada se activan los mismos centros de recompensa neurológica que con la cocaína o la nicotina. Al sufrir una ruptura amorosa se siente casi igual que una persona que está sufriendo de abstinencia por dejar una droga o el alcohol.
El problema es que la persona no puede recurrir a esa “dosis de amor” para recuperarse.
Cuando una persona está enamorada su cerebro libera la oxitocina, “la hormona del amor”, que estimula el centro de recompensa. También la dopamina, “la hormona del placer”, la cual activa circuitos dentro del cerebro que crean un deseo por más, mucho más, llenándose con el amor de la persona.
Una vez que la relación sentimental termina, el cuerpo sufre de abstinencia, y a medida que los receptores del dolor se activan, la persona sufre un torbellino de sentimientos heridos, afectando su salud física y emocional.
Científicos descubrieron que el paracetamol puede reducir el dolor ocasionado por rupturas amorosas, o de amistades.
Sin embargo, algunos médicos recomiendan no utilizar esta clase de analgésicos, pues el ser humano puede aprender de estas experiencias. Además, el cuerpo humano está hecho para recuperarse de este tipo de dolores emocionales.
Cuando se produce una ruptura amorosa el dolor emocional se siente en la misma área del cerebro donde se siente el dolor físico. Ahora quizá entendamos porque con un analgésico como el paracetamol, una persona con el corazón roto podría sentirse mejor.
Pero, ¿qué pasa cuando te rompen el corazón? En pocas palabras, el cuerpo percibe el desamor como si se tratara de un dolor físico.
Cuando la persona se siente enamorada se activan los mismos centros de recompensa neurológica que con la cocaína o la nicotina. Al sufrir una ruptura amorosa se siente casi igual que una persona que está sufriendo de abstinencia por dejar una droga o el alcohol.
El problema es que la persona no puede recurrir a esa “dosis de amor” para recuperarse.
Cuando una persona está enamorada su cerebro libera la oxitocina, “la hormona del amor”, que estimula el centro de recompensa. También la dopamina, “la hormona del placer”, la cual activa circuitos dentro del cerebro que crean un deseo por más, mucho más, llenándose con el amor de la persona.
Una vez que la relación sentimental termina, el cuerpo sufre de abstinencia, y a medida que los receptores del dolor se activan, la persona sufre un torbellino de sentimientos heridos, afectando su salud física y emocional.
Científicos descubrieron que el paracetamol puede reducir el dolor ocasionado por rupturas amorosas, o de amistades.
Sin embargo, algunos médicos recomiendan no utilizar esta clase de analgésicos, pues el ser humano puede aprender de estas experiencias. Además, el cuerpo humano está hecho para recuperarse de este tipo de dolores emocionales.