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Andrew Dorogi, un joven estudiante estaba a pocas de llegar a su casa en Estados Unidos, pero apareció muerto en las vías del Metro en la Ciudad de México.
El último contacto que tuvieron con él fue una llamada a su madre en la que le decía “reza por mí”.
El 16 de marzo pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México recibió el reporte de que en la estación del Metro Camarones yacía el cuerpo de un joven, se trataba de Andrew, un joven que ese mismo día iba a tomar un avión para regresar a casa.
El estudiante de 21 años había llegado a la capital del país tras un vuelo de conexión proveniente de Los Cabos. Su familia señalan que antes de morir tuvo contacto con policías.
El diario inglés Daily Mail reveló que antes de aparecer en las vías, realizó una llamada de pánico a su familia para pedirles ayuda ya que cuatro hombres uniformados lo amenazaban con llevarlo a la cárcel.
Una autopsia independiente reveló que el estadounidense tenía la nariz rota y lesiones, lo cual fue negado por el gobierno mexicano
“La voz de Andrew estaba llena de terror en esa llamada, debe haber sido desgarrador tener que escuchar ‘reza por mí’. Buscaba ayuda, un abogado para sacarlo de la cárcel. Su madre intentó llamar a todos los que pudo, al aeropuerto, la embajada, el FBI, pero nadie sabía nada”, dijo una fuente cercana a la familia al medio extranjero.
El medio agregó que una autopsia independiente realizada en Estados Unidos reveló que tenía la nariz rota y lesiones defensivas.
Paulina Chávez Alonso, vocera de la embajada mexicana dijo a The Boston Globe que el cuerpo no tenía ningún signo de violencia ni agresión física y que Andrew llegó al Aeropuerto y en vez de tomar su vuelo salió de la terminal y pidió indicaciones para abordar el Metro. Reporte Índigo.
Andrew Dorogi, un joven estudiante estaba a pocas de llegar a su casa en Estados Unidos, pero apareció muerto en las vías del Metro en la Ciudad de México.
El último contacto que tuvieron con él fue una llamada a su madre en la que le decía “reza por mí”.
El 16 de marzo pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México recibió el reporte de que en la estación del Metro Camarones yacía el cuerpo de un joven, se trataba de Andrew, un joven que ese mismo día iba a tomar un avión para regresar a casa.
El estudiante de 21 años había llegado a la capital del país tras un vuelo de conexión proveniente de Los Cabos. Su familia señalan que antes de morir tuvo contacto con policías.
El diario inglés Daily Mail reveló que antes de aparecer en las vías, realizó una llamada de pánico a su familia para pedirles ayuda ya que cuatro hombres uniformados lo amenazaban con llevarlo a la cárcel.
Una autopsia independiente reveló que el estadounidense tenía la nariz rota y lesiones, lo cual fue negado por el gobierno mexicano
“La voz de Andrew estaba llena de terror en esa llamada, debe haber sido desgarrador tener que escuchar ‘reza por mí’. Buscaba ayuda, un abogado para sacarlo de la cárcel. Su madre intentó llamar a todos los que pudo, al aeropuerto, la embajada, el FBI, pero nadie sabía nada”, dijo una fuente cercana a la familia al medio extranjero.
El medio agregó que una autopsia independiente realizada en Estados Unidos reveló que tenía la nariz rota y lesiones defensivas.
Paulina Chávez Alonso, vocera de la embajada mexicana dijo a The Boston Globe que el cuerpo no tenía ningún signo de violencia ni agresión física y que Andrew llegó al Aeropuerto y en vez de tomar su vuelo salió de la terminal y pidió indicaciones para abordar el Metro. Reporte Índigo.