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Un grupo de padres organizó el lunes en Pekín una inusual manifestación frente al ministerio chino de Salud a raíz del escándalo de las vacunas defectuosas, que suscitó temor sobre los fármacos producidos en China.
En un país donde las protestas son muy inhabituales, los manifestantes lograron instalarse ante las rejas del ministerio con pancartas en las que reclamaban sanciones para los responsables de un escándalo que estalló a mediados de julio.
Imágenes difundidas en las redes sociales mostraban a una docenas de padres que gritaban "¡Se necesita una ley sobre las vacunas!".
Una periodista de la AFP que llegó al lugar a última hora de la tarde no vio manifestantes. Las fuerzas de seguridad suelen intervenir muy rápidamente cuando hay incidentes de este tipo dispersando la protesta o deteniendo a los participantes.
El descubrimiento en julio de un proceso de fabricación ilegal de vacunas contra la rabia en un laboratorio del noreste del país provocó una fuerte polémica, que las autoridades no lograr acallar pese a su estrecho control de internet y las redes sociales.
El laboratorio farmacéutico Changchun Changsheng es sospechoso de haber falsificado registros de producción y modificado parámetros de fabricación. Quince personas fueron detenidas, entre ellas la presidenta de la compañía.
El presidente chino Xi Jinping se vio obligado a reaccionar denunciando las "prácticas odiosas y escandalosas" de este laboratorio y se emprendió una inspección nacional de los laboratorios de producción de vacunas.
Las autoridades aseguraron que las vacunas defectuosas no salieron de las fábricas de Changchun Changsheng pero muchos padres afirman que ya no confían en los diferentes tipos de vacunas que se administran a sus hijos.
- En un país donde las protestas son muy inhabituales, los manifestantes lograron instalarse ante las rejas del ministerio con pancartas en las que reclamaban sanciones para los responsables
Un grupo de padres organizó el lunes en Pekín una inusual manifestación frente al ministerio chino de Salud a raíz del escándalo de las vacunas defectuosas, que suscitó temor sobre los fármacos producidos en China.
En un país donde las protestas son muy inhabituales, los manifestantes lograron instalarse ante las rejas del ministerio con pancartas en las que reclamaban sanciones para los responsables de un escándalo que estalló a mediados de julio.
Imágenes difundidas en las redes sociales mostraban a una docenas de padres que gritaban "¡Se necesita una ley sobre las vacunas!".
Una periodista de la AFP que llegó al lugar a última hora de la tarde no vio manifestantes. Las fuerzas de seguridad suelen intervenir muy rápidamente cuando hay incidentes de este tipo dispersando la protesta o deteniendo a los participantes.
El descubrimiento en julio de un proceso de fabricación ilegal de vacunas contra la rabia en un laboratorio del noreste del país provocó una fuerte polémica, que las autoridades no lograr acallar pese a su estrecho control de internet y las redes sociales.
El laboratorio farmacéutico Changchun Changsheng es sospechoso de haber falsificado registros de producción y modificado parámetros de fabricación. Quince personas fueron detenidas, entre ellas la presidenta de la compañía.
El presidente chino Xi Jinping se vio obligado a reaccionar denunciando las "prácticas odiosas y escandalosas" de este laboratorio y se emprendió una inspección nacional de los laboratorios de producción de vacunas.
Las autoridades aseguraron que las vacunas defectuosas no salieron de las fábricas de Changchun Changsheng pero muchos padres afirman que ya no confían en los diferentes tipos de vacunas que se administran a sus hijos.