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De acuerdo con un estudio que encabezó el integrante del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, Juan Miranda Ríos, el alto consumo de azúcares tiene diversos efectos negativos en el organismo.
En un comunicado, precisó que además de reducir la esperanza de vida, también puede afectar la capacidad reproductiva de ésta y de futuras generaciones.
El especialista revisó los efectos del alto consumo de azúcares en el organismo utilizando como modelo de estudio al gusano Caenorhabditis elegans (C. elegans), que comparte 60 por ciento de sus genes con los del humano, especialmente los que tienen un equivalente en el control de la producción y utilización de azúcares y grasas.
Lo anterior permitió a Miranda Ríos y su equipo observar los efectos, no sólo en la generación que consume azúcares en altas cantidades, sino en sus descendientes, en los que encontró una reducción en la capacidad de reproducción de hasta 50 por ciento.
El estudio, en el que participan los alumnos Jonathan Alcántar Fernández, con la colaboración de Rosa E. Navarro y Ana María Salazar, señala que muchos de los genes de C. elegans son homólogos a los del humano, y su metabolismo de carbohidratos y de lípidos es exactamente igual.
En ellos se observó un desajuste por la ingesta de azúcar, proceso que se reflejó en las siguientes generaciones, aunque ya no estuvieran expuestas al azúcar, resaltó.
El estudio, publicado recientemente en la revista PLoS ONE, ofrece la oportunidad de visualizar los efectos del alto consumo de azúcares en más de una generación, seguimiento difícil de realizar en el humano.
En la investigación, Miranda Ríos y su equipo también encontraron que los gusanos alimentados con altas cantidades de azúcar (que provocan una acumulación en el organismo equivalente a la que se encuentra en la sangre de un paciente diabético sin tratamiento) vivieron casi la mitad que aquellos que no la consumían.
Pero uno de los resultados que más llamaron la atención de los especialistas fue que las tasas de fertilidad en las siguientes generaciones se redujeron, y había problemas como la muerte de las madres.
C. elegans pone hasta 200 huevecillos en su vida, explicó el universitario, pero dos generaciones posteriores, los gusanos con dietas altas en azúcar no rebasaron los 100.
Esta investigación, concluyó el experto, permitirá diseñar fármacos más eficientes para controlar químicamente los cambios que se desencadenan ante los altos niveles de consumo de azúcares.
Fuente: El universal
De acuerdo con un estudio que encabezó el integrante del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM, Juan Miranda Ríos, el alto consumo de azúcares tiene diversos efectos negativos en el organismo.
En un comunicado, precisó que además de reducir la esperanza de vida, también puede afectar la capacidad reproductiva de ésta y de futuras generaciones.
El especialista revisó los efectos del alto consumo de azúcares en el organismo utilizando como modelo de estudio al gusano Caenorhabditis elegans (C. elegans), que comparte 60 por ciento de sus genes con los del humano, especialmente los que tienen un equivalente en el control de la producción y utilización de azúcares y grasas.
Lo anterior permitió a Miranda Ríos y su equipo observar los efectos, no sólo en la generación que consume azúcares en altas cantidades, sino en sus descendientes, en los que encontró una reducción en la capacidad de reproducción de hasta 50 por ciento.
El estudio, en el que participan los alumnos Jonathan Alcántar Fernández, con la colaboración de Rosa E. Navarro y Ana María Salazar, señala que muchos de los genes de C. elegans son homólogos a los del humano, y su metabolismo de carbohidratos y de lípidos es exactamente igual.
En ellos se observó un desajuste por la ingesta de azúcar, proceso que se reflejó en las siguientes generaciones, aunque ya no estuvieran expuestas al azúcar, resaltó.
El estudio, publicado recientemente en la revista PLoS ONE, ofrece la oportunidad de visualizar los efectos del alto consumo de azúcares en más de una generación, seguimiento difícil de realizar en el humano.
En la investigación, Miranda Ríos y su equipo también encontraron que los gusanos alimentados con altas cantidades de azúcar (que provocan una acumulación en el organismo equivalente a la que se encuentra en la sangre de un paciente diabético sin tratamiento) vivieron casi la mitad que aquellos que no la consumían.
Pero uno de los resultados que más llamaron la atención de los especialistas fue que las tasas de fertilidad en las siguientes generaciones se redujeron, y había problemas como la muerte de las madres.
C. elegans pone hasta 200 huevecillos en su vida, explicó el universitario, pero dos generaciones posteriores, los gusanos con dietas altas en azúcar no rebasaron los 100.
Esta investigación, concluyó el experto, permitirá diseñar fármacos más eficientes para controlar químicamente los cambios que se desencadenan ante los altos niveles de consumo de azúcares.
Fuente: El universal