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Mérida, Yucatán.- Los habitantes de una urbe, un estado o nación deben dejar de ser simples depositarios de los problemas y convertirse en auténticos ciudadanos que asuman su responsabilidad y salgan a exigir y trabajar junto con el gobierno en la definición de políticas públicas en defensa y protección de nuestro medio ambiente.
El investigador Arturo Carrillo Sánchez, planteó la anterior y afirmó que es necesaria una participación de la comunidad, así como de las instituciones académicas, cuerpos colegiados y organismos no gubernamentales para resolver asuntos que ponen en riesgo el desarrollo sustentable.
En entrevista, mencionó que los ciudadanos deben de trabajar junto con el gobierno de manera organizada por el bien público.
“Siempre culpamos al gobierno de los problemas, pero no nos preguntamos qué estamos haciendo nosotros a favor de la comunidad, de ahí la necesidad de crear conciencia de participación ciudadana desde la escuela, el trabajo y la sociedad misma”, puntualizó.
Con este criterio, indicó que en Yucatán debemos contrarrestar los graves problemas que representa la contaminación de los mantos acuíferos por la presencia de residuos de plaguicidas y las sustancias tóxicas que afectan la calidad del agua.
Mientras en países de Europa se ha prohibido el uso o comercialización y aplicación de ciertos herbicidas y plaguicidas, en México los utilizamos con normalidad, lo que trae consigo la afectación de especies de fauna y flora en los manglares y en los litorales costeros.
“No hay política pública que pueda resolver eso, de ahí que es importante que toda la población asuma la responsabilidad y ponga de su parte para tener limpia nuestra casa, nuestra calle y nuestro entorno”, agregó.
Refirió que los fertilizantes nitrogenados glifosfatos y otros compuestos químicos altamente tóxicos, derivados del uso de plaguicidas, han lesionado los suelos y los mantos freáticos e incluso están asociados a apariciones de cáncer, de acuerdo con estudios de institutos de investigación.
“Necesitamos medidas legales y judiciales para procurar la transición a la producción agrícola sustentable sin el uso de plaguicidas y se ejerzan medidas policiales a quienes no cumplan con dichas disposiciones”, propuso especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán.
El uso de dichos compuestos tóxicos que se aplican en la agricultura, detalló, causan los llamados daños ocultos y nadie paga por la limpieza de los mantos freaticos y la restauración de los ecosistemas.
Carrillo Sánchez abrigó la esperanza de que esta situación cambie en nuestro país, ya que la sociedad está adquiriendo cada vez mayor conciencia en la necesidad de revertir nuestros hábitos de consumo y comportamientos que hoy generan polución, basura y daños al medio ambiente.
Recordó que en la revolución industrial en Europa, a partir de 1789, las ciudades como Londres, Nueva York y París se convirtieron en centros urbanos altamente contaminados, lo que se revirtió de manera gradual y general en un movimiento llamado “higienismo” y hoy, dijo, son ejemplos de uso sustentable.
“Tengo confianza que esto pase también en México”, apuntó. Fuente:lectormx