Suicidio contagia culpa y deseo de muerte a deudos

10 septiembre 2018
Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy

El suicidio de alguien afecta emocionalmente hasta a 10 personas de su entorno inmediato y puede causar que alguno de los familiares o amigos también intente quitarse la vida o desarrolle “duelo patológico”, afirmó Yolanda García, del Instituto de Salud Mental en Jalisco.

“Cuando hay un suicidio consumado en la familia puede haber otro intento dentro de ésta; eso por imitación, culpa o por buscar una respuesta al por qué esa persona lo hizo”, explicó la especialista.

A propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora cada 10 de septiembre, aseguró que las repercusiones emocionales ante una situación así se presentan en mayor medida en la familia de la persona, especialmente en la madre, aunque también alcanzan a los amigos más allegados y a su núcleo social.

“En la familia una de las primeras reacciones es tratar de ocultarlo por el estigma que conlleva, por las críticas y señalamientos”, afirmó.

Francisco Gutiérrez, jefe del Departamento de Psicología Básica de la Universidad de Guadalajara, detalló que para una madre —a quien tradicionalmente se le encomienda el rol de cuidadora de los hijos— enfrentarse con un duelo de muerte por suicidio es “devastador”.

Por ello, es fundamental dar un soporte emocional a los familiares y aún más si hay niños menores de 5 años, debido a que ellos procesan el hecho a partir de lo que los adultos hablan y de cómo les trasmiten la información, porque esa edad no tienen un concepto de la muerte, coincidieron los especialistas.

“Es importante que las familias que pierden a uno de sus miembros por conductas de suicidio se atiendan, pero muchos de ellos no quieren tener esa atención por el estigma social que se tiene asociado”, afirma García, responsable del programa de atención integral al fenómeno suicida en Jalisco.

Gutiérrez advierte que los familiares y amigos de una persona que atenta contra su vida pueden llegar a desarrollar duelo crónico o patológico, lo que significa que la persona no asimila los sentimientos negativos que le provoca esa muerte y no llega a expresarlos ni superarlos.

Estas personas desarrollan por meses o hasta años reacciones asociadas al duelo, como tristeza, apatía, aislamiento afectivo, problemas de conducta alimentaria, de sueño o laborales, altos niveles de irritabilidad, hipersensibilidad, falta de concentración y mayor propensión a tener accidentes.

Aumenta en jóvenes

El suicidio entre los jóvenes de 15 a 29 años aumentó en los últimos años en México hasta colocarse como la segunda causa de muerte en el país, superada solo por los accidentes, indicó un especialista.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en México, en 2016 se detectaron más de 6 mil 285 lo que representa 5.2 muertes por cada 100 mil habitantes y un año antes se registraron 2 mil 599 suicidios entre personas de 15 a 29 años para apuntarse como la segunda causa de muerte.

Los principales métodos fueron ahorcamiento (79%), disparo de armas de fuego (8.9%) y envenenamiento (3.8%).

“El suicidio se convirtió en la segunda causa de muerte entre el grupo de 15 a 29 años, solo superado por los accidentes”, señaló el coordinador del departamento de psiquiatría y salud mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, José Javier Mendoza Velásquez.

Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se quita la vida; se calcula que casi 3 mil personas ponen fin a su vida cada día y al menos 20 intentan hacerlo, pero solo uno logra su objetivo.

Remarcó que los jóvenes siempre han sido un grupo susceptible, y advirtió que el abuso temprano de sustancias, la violencia y la tecnología, han propiciado el problema: “En las redes sociales hay cadenas de búsqueda y grupos que hablan de suicidio y eso los pone en riesgo”, dijo el especialista.

Mendoza Velásquez concluyó que a pesar del panorama “lo más importante es que todos los suicidios se puede prevenir si se identifican de la manera correcta”.

Destacó la importancia de “estar atentos, si su hijo, familiar o amigo empieza a hablar muerte y desesperanza, tristeza, si hay cambios en la conducta muy marcados, si deja de hacer una actividades, si hay irritabilidad”, pueden ser signos de alerta.
Fuente: Milenio
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