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Rosemarie Reilly, una joven de 21 años, estudiante de enfermería en la Universidad de Grand Valley, Míchigan (EE.UU.), denunció ante la Policía a su exnovio, Jeremy Kelley, por haberla golpeado y apuntado con un arma y seguirla continuamente.
Con esa denuncia logró una orden de arresto, pero nueve días después su acosador aún no había sido detenido. Kelley, también de 21 años, siguió a Reilly hasta la casa de un amigo y, en medio de la noche, la sometió a la fuerza, la arrastró por la calle halando su cabello y le disparó varias veces en el torso, para luego suicidarse, relató la madre de la víctima, Pamela Reilli, a BuzzFeedNews.
Aunque el suceso ocurrió hace dos años, ha vuelto a la palestra pública porque recientemente la madre de la joven asesinada demandó al condado de Ottawa y a la Policía que custodia la Universidad Estatal de Grand Valley, exigiendo que se responzabilicen por la muerte de su hija.
La policía no actuó a tiempo
La demandante alega que la indolencia de las fuerzas policiales ante la denuncia presentada por su hija hizo posible el asesinato. Afirma que Kelley recibió un trato favorable porque su padre también era policía.
La madre dice, además, que tanto el padre del asesino como la policía sabían que este último portaba un arma legalmente y no hicieron nada para quitársela tras la denuncia de Reilly. En su demanda, señala también que las fuerzas policiales enviaron al joven, por correo electrónico, la orden de arresto.
Desde la universidad, tras ofrecer condolencias a la familia de Reilly, dijeron que "los oficiales del Departamento de Policía de Grand Valley cumplen con la ley y no tenemos ninguna razón para creer que no lo hicieron" en esta oportunidad.
Rosemarie Reilly, una joven de 21 años, estudiante de enfermería en la Universidad de Grand Valley, Míchigan (EE.UU.), denunció ante la Policía a su exnovio, Jeremy Kelley, por haberla golpeado y apuntado con un arma y seguirla continuamente.
Con esa denuncia logró una orden de arresto, pero nueve días después su acosador aún no había sido detenido. Kelley, también de 21 años, siguió a Reilly hasta la casa de un amigo y, en medio de la noche, la sometió a la fuerza, la arrastró por la calle halando su cabello y le disparó varias veces en el torso, para luego suicidarse, relató la madre de la víctima, Pamela Reilli, a BuzzFeedNews.
Aunque el suceso ocurrió hace dos años, ha vuelto a la palestra pública porque recientemente la madre de la joven asesinada demandó al condado de Ottawa y a la Policía que custodia la Universidad Estatal de Grand Valley, exigiendo que se responzabilicen por la muerte de su hija.
La policía no actuó a tiempo
La demandante alega que la indolencia de las fuerzas policiales ante la denuncia presentada por su hija hizo posible el asesinato. Afirma que Kelley recibió un trato favorable porque su padre también era policía.
La madre dice, además, que tanto el padre del asesino como la policía sabían que este último portaba un arma legalmente y no hicieron nada para quitársela tras la denuncia de Reilly. En su demanda, señala también que las fuerzas policiales enviaron al joven, por correo electrónico, la orden de arresto.
Desde la universidad, tras ofrecer condolencias a la familia de Reilly, dijeron que "los oficiales del Departamento de Policía de Grand Valley cumplen con la ley y no tenemos ninguna razón para creer que no lo hicieron" en esta oportunidad.