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Un exprofesor y religioso de Madrid (España) ha aceptado una condena a 130 años de prisión al reconocer en el juicio que abusó de catorce menores y cuatro adultos entre 2013 y 2016. El hombre también ha sido condenado por elaboración de pornografía infantil y por descubrimiento de secretos, según informa Europa Press.
El condenado, Pedro Antonio Ramos Lominchar, pidió perdón a sus víctimas, a sus familiares, al centro escolar –el Colegio La Salle Nuestra Señora Maravillas– y a su congregación religiosa. Tan solo cumplirá efectivamente 17 años de cárcel, aunque después no podrá acercarse a menos de 500 metros de sus víctimas y deberá ingresar en un programa de educación sexual.
Ramos fue denunciado en 2016, durante un campamento de verano, cuando fue descubierto en una de las tiendas de los niños con los genitales fuera del pantalón y con imágenes de los menores en su teléfono móvil. La Policía descubrió posteriormente cientos de imágenes más en su ordenador personal.
Por su parte, el colegio ha manifestado "su repulsa y firme condena" de los hechos juzgados y, en un comunicado, recogido por la Vanguardia, ha considerado que ha sido "un período duro, lleno de incertidumbre y, en ocasiones, de incredulidad e indignación". Además, el texto añade que han intentado "gestionar los tiempos con prudencia, salvaguardando la protección e intimidad de los menores como sujetos más vulnerables".
Un exprofesor y religioso de Madrid (España) ha aceptado una condena a 130 años de prisión al reconocer en el juicio que abusó de catorce menores y cuatro adultos entre 2013 y 2016. El hombre también ha sido condenado por elaboración de pornografía infantil y por descubrimiento de secretos, según informa Europa Press.
El condenado, Pedro Antonio Ramos Lominchar, pidió perdón a sus víctimas, a sus familiares, al centro escolar –el Colegio La Salle Nuestra Señora Maravillas– y a su congregación religiosa. Tan solo cumplirá efectivamente 17 años de cárcel, aunque después no podrá acercarse a menos de 500 metros de sus víctimas y deberá ingresar en un programa de educación sexual.
Ramos fue denunciado en 2016, durante un campamento de verano, cuando fue descubierto en una de las tiendas de los niños con los genitales fuera del pantalón y con imágenes de los menores en su teléfono móvil. La Policía descubrió posteriormente cientos de imágenes más en su ordenador personal.
Por su parte, el colegio ha manifestado "su repulsa y firme condena" de los hechos juzgados y, en un comunicado, recogido por la Vanguardia, ha considerado que ha sido "un período duro, lleno de incertidumbre y, en ocasiones, de incredulidad e indignación". Además, el texto añade que han intentado "gestionar los tiempos con prudencia, salvaguardando la protección e intimidad de los menores como sujetos más vulnerables".
