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Nepotismo, tráfico de influencias, desvío de recursos, asignación de viajes y becas a parentela y amigos, retroceso en los planes de estudio, son solo algunas de los problemas que caracterizaron a la administración de José de Jesús Williams como rector de la máxima casa de estudios del estado, la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
No obstante a todas estas acusaciones, un grupo de 51 personas integrantes del Consejo Universitario avalarán al rector de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) para que se mantenga al frente de la institución, a la que asisten más de 26 mil alumnos en todos los niveles (prepa, carreras, estudios de postgrado) y que tiene uno de los presupuestos más caros del país con dos mil 430 millones, anuales en promedio.
Desde antes de la elección constitucional para el cambio del gobierno del estado, José de Jesús Williams ya se hallaba en plena campaña de reelección disponiendo de los recursos materiales y tecnológicos para lograr su objetivo de prolongar su mandato, el cual inicio en el 2015 y formalmente concluye hoy.
La Verdad ha documentado varias de las irregularidades señaladas como la acusación de los alumnos de la facultad de derecho en donde impuso a alumnos incondicionales y afines a sus intereses, al frente de la Sociedad de Alumnos y lo mismo habría aplicado en las demás facultades, aunque con menos resistencia por parte de grupos disidentes, con el único propósito de “aterciopelar” su camino a la reelección.
De manera encubierta, han sido los propios profesores de la Uady quienes han lanzado las más severas acusaciones contra el rector, al señalar irregularidades en la asignación de viajes para funcionarios, además el despilfarro y derroche de los recursos financieros que tendrían que ser aplicados en la mejora educativa, pero que en la Uady por indicaciones del rector se utilizan para el pago de favores y para congraciarse con sus allegados.
De esta forma los viajes al extranjero como Brasil, República Dominicana y La Habana, Cuba, son asignados bajo los principios de amiguismo y compadrazgo sin que tenga nada que ver la calidad educativa que demandas los más de 26 mil estudiantes.
La forma dictatorial como ha sido conducida en los últimos tres años la máxima casa de estudios de Yucatán, se refleja en el hecho que la reelección del rector, fue lanzada una convocatoria en la que no tuvo cabida ninguna expresión ajena a la encabezada por José de Jesús Williams y su camarilla.
No tuvo cuidado de ocultar sus intenciones reeleccionistas al frente del alma mater al señalar a los cuatro vientos que de lograr un nuevo periodo, materializaría varios proyectos como el del estudio del Pueblo y la Cultura Maya, “el cual es muy importante porque tiene que ver con la parte educativa y formativa de nuestros estudiantes”, dijo. También impulsaría la investigación, vinculación y extensión académica en los veinticinco municipios del estado, donde hay alta marginalidad.
“Consolidar el programa institucional de cultura para el desarrollo, el Cultura Física y Deporte, que tiene que ver con la formación integral, no solo de los estudiantes, sino de todos los trabajadores”, dijo, programas que hará si es reelecto pero que ha tenido oportunidad de realizar pero por estar ocupado en hacer negocios hasta con la comida que se distribuye en los campus universitarios, ha dejado el plan de trabajo que prometió en el 2015 en el último de los cajones del escritorio de la rectoría. La Verdad Noticias
