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En Yucatán operan alrededor de 470 casas de empeño de las cuales solo 300 están registradas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), es decir que al menos 170 trabajan de manera irregular defraudando a los ciudadanos que llegan a pagar hasta un 300% de intereses sobre los préstamos que obtienen ante la permisividad de las autoridades.
En este año se ha duplicado el número de personas que ya no recupera los artículos que empeña que actualmente se ubica en alrededor de un 30 por ciento. Es decir que de cada 10 ciudadanos en Mérida, tres ya no recobran sus pertenencias, mismas que son puestas a remate.
Entre los artículos que más se empeñan destacan los celulares, computadoras portátiles, ipads, además de electrodomésticos e incluso herramientas y por supuesto automóviles.
Debido al incremento en las tasas de interés, los ciudadanos que empeñan tendrán que pagar tasas más altas por llevar a empeñar sus pertenencias, pues se han ajustado alrededor de dos puntos, por lo que pasaron de cinco a 7% mensual, aunque en algunos casos, los comercios irregulares cobran intereses por día, semana, quincena o mensuales.
A nivel nacional el mercado de las casas de empeño se estima en 41,000 millones de pesos el valor del mercado de las casas de empeño, mismo que comparado con otros segmentos como las tarjetas de crédito es bajo, ya que en las tarjetas es como de 300 mil millones de pesos.
El señor Edwin García Granados, gerente de una de las cadenas de empeño de la ciudad, dijo que el 57% de los yucatecos se ve afectado por la falta de liquidez.
Además, el gasto en los hogares disminuirá sensiblemente alcanzando 60% de categorías básicas para el consumo diario, por lo que prevén que tres de cada 10 habitantes buscan el apoyo de un préstamo.
Por su parte, el delegado en la entidad de la Procuraduría Federal del Consumidor, Antonio Nevárez Cervera, señaló que al no ser instituciones financieras, estos negocios no están bajo la supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), pero quedan bajo la vigilancia de la dependencia a su cargo y deben tener un contrato de adhesión ante esa instancia.
Sin embargo, la realidad es otra, pues aún hay negocios que funcionan sólo con el permiso de funcionamiento otorgados por el Ayuntamiento, sin tener un contrato de adhesión.
La Procuraduría Federal del Consumidor señala que en promedio hay 470 casas de empeño con registro; aunque en el último censo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) contabilizaron sólo 300 negocios de este tipo en la entidad. Es decir que al menos hay 170 que operan ilegalmente.
Cuestionado al respecto, el delegado de la Profeco señaló que si los pignorantes no presentan denuncias por mal grato o abuso, la autoridad no puede hacer nada, y eso es lo que lo mantiene ocultos.
García Granados dijo que el 75% de la población sin acceso a créditos bancarios recurre a las casas de empeño, aunque también lo hace el 83% de los que cuenta con tarjeta bancaria, sin importar que pierdan hasta el 65% del valor de sus prendas por los altos intereses que deben pagar.
Con planes que van desde los dos meses, hasta los 20 meses, cuentan con formas diarias, semanales, quincenales o mensuales de pagos, algo muy común en las personas, es mantener un buen tiempo su artículo empeñado para obtener dinero a través de otros ingresos y poder recuperarla, pero en la gran mayoría de los casos, se vuelve una carga, porque por el tiempo se duplica el precio y optan por no rescatarla.
En un recorrido por este tipo de establecimientos se constató que las tasas de interés que manejan van desde el 2 al 5 por ciento semanal, y al mes obtienen ganancias de entre el 11 y el 20 por ciento, sobre cada objeto en su poder.
Estos negocios se han dispersado tanto, que los establecimientos tradicionales, como Nacional Monte de Piedad y Fundación Dondé, tuvieron que poner sucursales en colonias con fuerte presencia en el empeño.
La gran mayoría de las veces, el empeño es la única opción para enfrentar pagos por lo que un 75% de la población sin acceso a créditos bancarios recurren a ellas, aunque también lo hace el 83% de mexicanos con cuenta bancaria.
Las épocas con más solicitudes de préstamos son el fin de año, la cuesta de enero, vacaciones de Semana Santa y previo al regreso a clases.
Alhajas como anillos y cadenas, relojes y celulares son las prendas que más se empeñan. También artículos electrónicos, consolas de videojuegos, electrodomésticos, herramientas, bienes inmuebles y maquinaria pesada.
¿Qué es la pignoracia?
La pignoración es la operación financiera que consiste en la concesión de un préstamo a cambio de una prenda. La Verdad Noticias