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Todo terminó como en la últimas cuatro jornadas previas: Diego Armando Maradona bailando como si una cumbia argentina sonara en los altavoces de los estadios que conquista. El viernes tocó al Carlos Iturralde Rivero, que necesitó la visita de El D10S para registrar más del 50 por ciento de su capacidad. Para ver al campeón del mundo en México 86 asistieron 9 mil 754, una entrada superior a las previas (la mejor posterior a ésta en Mérida había sido en la fecha 1 con 4 mil 026 almas).
Había expectación, no tanto por los Venados, que si perdían o empataban quedaban eliminados por segundo semestre en fila, sino por ver a los impresionantes Dorados de El Diego, quienes con una victoria clasificaban a la Liguilla del Apertura 2018. Los ciervos jugaron un buen partido, con oportunidades para finalizar su mala racha de no sumar de a tres puntos. El entrenador Joel Sánchez utilizó de titular a dos yucatecos para despedir el AP18 en casa, Eduardo Fernández y Freddy Martín, quien tuvo que esperar siete partidos para estar en el once inicial. Al final los astados no concretaron las jugadas de peligro que tuvieron y los Dorados de Maradona, que se cansaron de fallar, pusieron punto final al 71’ vía Fernando Arce Jr.
Los astados están en el lugar 13 con nueve unidades, mientras que los de Sinaloa son séptimos con 21.
A Maradona se le vio tranquilo, salió dos veces del banquillo en todo el juego. Al terminar la primera parte fue al círculo central con el árbitro para protestar sobre una jugada, y al término del encuentro firmó algunos artículos para la gente. Con los medios de comunicación se notó distinto, perdido ante las preguntas de la prensa invitándole a que diera algunas palabras para los yucatecos, con voz ronca y pareciendo que le faltaba el aire, sólo atinó a decir, “mis respetos hacia su país”.
El defensa astado Manuel López Mondragón publicó en Twitter: “Tristeza y amargura absoluta, tocamos fondo, gran parte de la culpa es de nosotros los jugadores, tenemos una deuda deportiva muy grande con nuestra afición y con la institución, a dar la cara siempre, aún con una vergüenza terrible!”. La Jornada Maya
