El terremoto de magnitud que arrasó la ciudad de Kumamoto,
Japón, el 16 de abril de 2016, causó daños irreparables: destrozó 12 mil, hirió
a 2 mil personas y mató a otras 40.
Sin embargo, la tragedia pudo haber sido mucho mayor, pues
la ruptura de la falla a los pies de Kumamoto se frenó gracias a una cámara
de magma situada bajo el Monte Aso, el volcán más activo de Japón… pero eso es
lo que afirmaba un artículo publicado por la revista ‘Science’ meses después
del sismo, en noviembre de 2016 bajo el artículo ‘Coseismic ruturing stopped by
Aso volcano…’, que aún puede verse en la página web de Science o en Nature, y
que resultó ser un fraude científico.
Al parecer, el autor principal del artículo, el geofísico
japonés Aiming Lin, se lo había inventado todo, según reveló una investigación
llevada a cabo por la Universidad de Kioto y que ha llevado a Science a
retirar el artículo y publicar una rectificación, una suerte de “fe de
erratas”.
“Una pesquisa interna de la Universidad de Kioto destapó
hace apenas dos meses que el presunto milagro del Monte Aso estaba basado en
“datos falsificados”, “imágenes manipuladas” e incluso “plagios” de otros
trabajos. La revista ‘Science’ anunció el pasado 3 de mayo la retractación
del estudio. Ahora la gran pregunta es cómo se pudo colar esa farsa en uno
de los grandes templos de la ciencia mundial”, detalla El País.
La investigación reveló que Lin había utilizado
imágenes procedentes de otros estudios y, lo que es más preocupante, ni
siquiera las había usado bien: “Lin utilizó un gráfico sacado de una
investigación de la Universidad de Tokio. No obstante, la imagen estaba al
revés y mostraba erróneamente la localización del foto del terremoto”, según
Japan Times.
La rectificación del artículo ha provocado un pequeño terremoto tanto en el entorno académico japonés como en la propia redacción de ‘Science’, una publicación cuyo prestigio (y negocio) se basa precisamente en la estricta fiabilidad de lo que publica.