Por Dolia Estévez
Cuando menos dos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación viajaron a San Antonio con el propósito de vacunarse contra el Covid19. La Ministra Yazmín Esquivel Mossa, y su marido José María Riobóo, volaron a esa ciudad en jet privado el 1 de febrero, mientras que el Ministro Alberto Pérez Dayán lo hizo en otro momento.
Esquivel, nombrada por AMLO, y Pérez Dayán, nombrado por Felipe Calderón, son los primeros altos servidores públicos que se sabe han viajado a Estados Unidos con dicho fin.
En el calculo actual sobre cómo distribuir el limitado suministro de dosis en Estados Unidos, el consenso es priorizar a los grupos demográficos más vulnerabilidad debido a las tareas que realizan, padecimientos y edad. Ninguna guía contempla dar acceso a potentados de otros países. Mucho menos a ministros.
Como es de esperarse, el “turismo de vacunación”, sobre el que han reportado medios estadounidenses, está generando profunda molestia entre los gobernantes de las poblaciones afectadas.
“Tomar ventaja de los recursos de vacunación destinados a texanos es exactamente el tipo de conducta que debe ser prohibida”, me dijo Eddie Morales Jr., congresista estatal demócrata, al comentar sobre Esquivel y Pérez Dayán.
“Es abusivo e injusto que vengan a usar las vacunas que pertenecen al personal médico, maestros y policías en Texas. Están explotando el sistema. Se están aprovechando. En mis condados tengo a mucha gente necesitada esperando vacunación”.
San Antonio está administrando vacunas a los “grupos de mayor riesgo de contraer Covid19” dentro de las fases 1b (médicos, enfermeras, asilos, farmacias, y rescatistas) y la fase 1b (adultos mayores de 65 años).
Esquivel tiene 57 años y Pérez Dayán 60 años, por lo que no cumplen con la estipulación de edad en los lineamientos de distribución. No fue posible verificar la edad de Riobóo, contratista favorito y amigo cercano de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con fuentes confiables y testimonios de primera mano de personas que pidieron no ser identificadas, la pareja Esquivel-Riobóo fue escoltada por Franco Fabbri Vázquez, coordinador de Administración y Finanzas de la Guardia Nacional, quien también se habría vacunado junto con familiares mexicanos que lo acompañaron.
Los turistas pidieron prestada la dirección en San Antonio de su hermana, Fiorella Fabbri Vázquez, empleada local en el Consulado y portadora de pasaporte estadounidense. En algunos módulos se pide verificación de domicilio para administrar la vacuna.
Las matrículas consulares que les entregó el Departamento de Documentación del Consulado, a través de ventanilla atendida por Marina Sifuentes y Érika Martínez (empeladas locales), fueron firmadas por el Cónsul General Rubén Minutti Zanatta y no por el jefe de documentación como se acostumbra debido a la presunta irregularidad del tramite.
La Ministra Esquivel no respondió a mi petición de comentario (correo electrónico 26/02/2021). Pérez Dayán, quien también tramitó matrícula consular, tampoco respondió (correo 01/03/2021). La Suprema Corte de Justicia de la Nación declinó pronunciarse por tratarse de “aspectos de índole personal” (correo electrónico 26/02 y 01/03/2021).
Minutti, por su parte, se negó a hablar telefónicamente conmigo. En lugar, mandó decir que le mandara por escrito mis preguntas. Pero en lugar de responderlas, instruyó a Alexia Bautista, consejera de medios del Consulado, me remitiera una declaración escrita en la que no niega ni corrobora su apoyo a los ministros (ver mis preguntas a Minutti y su respuesta vía Bautista).
Las atenciones preferenciales que Minutti prodigó a sus invitados, recibiéndolos en su oficina, con el apoyo de sus asistentes Dessiré Richards y María Isabel Guzmán, incomodó al personal.
Relato de fuente confidencial:
“Según el propio titular, viajaron en avión privado y uno de los fines fue vacunarse contra el Covid19. Ese día, el Cónsul no estuvo disponible para nadie más. Más de un jefe de sección estuvo esperando para tener acuerdo con él todo el día, sin éxito. Únicamente Susana Monreal (hermana del Senador Ricardo Monreal), bajó a la oficina del Cónsul para saludar a la Ministra Esquivel y mostrarle, en su calidad de encargada del Departamento de Comunidades, que habían nombrado la sala de lactancia del Consulado en su honor”.
“El caso de la Ministra y la familia Fabbri fue muy incómodo para todo el personal, tanto local como miembros del SEM, porque fue muy notorio, descarado me atrevería a decir. Minutti no ha podido hacer nada para vacunar al personal del Consulado, pero se desvivió para atender a Esquivel y su comitiva. La situación causó molestias”.
“No sólo llegaron en una camioneta que bloqueaba la entrada del garage del titular, sino que no tuvieron que esperar, cuando la instrucción expresa del titular es que no hay excepciones”.
Llama la atención el papel de facilitador de Minutti pues conoce bien el descontento que causa el “turismo de vacunación” en Texas. En un comunicado interno que obra en mi poder, Minutti informa a la Cancillería que el alcalde de San Antonio Ron Nirenberg favoreció públicamente restringir la aplicación de vacunas exclusivamente a residentes de la ciudad.
La Secretaría de Relaciones Exteriores se ha limitado a tomar nota, pero no ha girado instrucciones a los consulados sobre el “turismo de vacunación” de funcionarios.
La creciente preocupación por la practica indebida en la que están incurriendo muchos mexicanos, llevó al congresista Morales a pedir la intervención de la autoridad estatal.
“Sabemos que ciudadanos no estadounidenses y residentes de México se están registrando y recibiendo vacunas en las comunidades fronterizas… antes que los ciudadanos estadounidenses”, dice Morales al Doctor John William Hellerstedt, comisionado de los Servicios de Salud del Estado de Texas, en misiva con copia al gobernador Gregg Abbot (ver carta).
Morales me dijo que no está en contra de vacunar a todos los residentes de los 15 condados de su circunscripción, sin importar su estatus migratorio, sino de que vengan los “ricos” de México a quitarles vacunas.
Morales me contó que, en medio de la tormenta reciente de nieve en Texas, un avión privado procedente de México con 10 o 12 mexicanos a bordo, aterrizó en Pecos, en el condado de Reeves. Tras ser vacunados quedaron varados por el mal clima. Tuvieron que buscar donde hospedarse porque las alas del jet estaban congeladas.
Usar dosis que no les pertenecen es, en efecto, abusivo y antiético. Abusivo porque hay millones de ciudadanos estadounidenses y residentes, incluidos indocumentados, que llevan meses en las listas esperando su turno. Y antiético porque los presuntos abusadores son representantes del máximo órgano del poder judicial de la nación y de una dependencia a cargo del cumplimiento de la ley.
El “turismo de vacunación” de altos funcionarios abona a la percepción que se tiene de los mexicanos como “ladrones” y “abusadores”. Con desplantes de abuso de poder como el narrado no sólo pierde la imagen de México sino connacionales que trabajan en Estados Unidos y aportan la principal fuente de divisas del país, Twitter: @DoliaEstevez
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RESPUESTA DE LA OFICINA DE LA MINISTRA YASMÍN ESQUIVEL
Sr. Alejandro Paez
Director del Portal Sin Embargo.
Me dirijo a usted para precisar unos puntos de la columna que la periodista Dolia Estevez da a conocer en el portal que usted dirige.
La Ministra Yasmín Esquivel asistió al Consulado de San Antonio el 1o de febrero a invitación del Cónsul Rubén Minutti, por cierto en día inhábil, a conocer el lactário que lleva su nombre. Falso como asegura la periodista que se haya ido a vacunar, cosa que hasta la fecha no ha hecho ni en la CDMX. Falso que la periodista haya enviado un correo solicitando verificar la información. Finalmente se precisa que su esposo el Ing. José Ma. Rioboo de 80 años de edad tampoco se vacunó. Sirva esta aclaración con respeto para que a la brevedad sea publicado esto. Gracias por su atención.
Atentamente
Lic Luis Manuel Acuña Olvera
Secretario Particular.
Reitero la veracidad de mi artículo en el que informo que la Ministra Yazmín Esquivel Mossa y su marido José María Riobóo, volaron a San Antonio en jet privado el 1 de febrero con el fin de vacunarse.
El propio Cónsul en San Antonio, Rubén Minutti Zanatta, dijo a colaborares que “viajaron en avión privado y uno de los fines fue vacunarse contra el Covid19”. En respuesta a mis preguntas sobre su apoyo a la gestión de vacunación de la Ministra, Minutti no desmintió el hecho o la intención.
¿Si Esquivel asistió al Consulado en San Antonio a conocer el lactario que lleva su nombre, como sostiene el Lic. Acuña Olvera, por qué el Cónsul Minutti, quien se negó a hablar conmigo pese a la sensibilidad del tema, no hizo la aclaración?
Es falso que no haya enviado un correo solicitando verificación a la Ministra. Fue enviado el jueves 25 de febrero a las 1:09 pm (hora de Washington, D.C.) al correo que me proporcionó la SCJN: yesquivelm@mail.scjn.gob.mx
La información en mi columna proviene de cuatro diferentes fuentes confidenciales y testigos oculares en San Antonio que pidieron no ser identificadas por temor a represalias. Los directamente aludidos se negaron a verificar la información o no respondieron a mis correos.