Carmen Blandin Tarleton, de 53 años, la primera persona estadounidense en recibir dos trasplantes de cara, mostró su rostro en público siete meses después de haberse sometido a la segunda operación. La mujer apareció la semana pasada en el programa de televisión Today Show, de la cadena NBC.
La paciente tuvo que pasar de nuevo por el quirófano después de que en 2019 empezara a mostrar síntomas de incompatibilidad con el rostro trasplantado. Le salieron manchas negras por insuficiencia del flujo sanguíneo, se le inflamaron los párpados y sus labios empezaron a desaparecer, por lo que no podía comer.
“EL MAYOR REGALO”
La donante fue Casey Harrington Labrie, una mujer drogadicta que falleció el año pasado debido a una sobredosis de fentanilo. Las características de su cuerpo eran compatibles con las de la persona operada, lo que favoreció el injerto. Aparte de donarle su rostro a Tarleton, la difunta salvó cinco vidas más al ceder sus órganos.
“Esta es mi cara. Me la dieron. No es la cara original con la que nací, pero es mi cara. Y cada vez que me miro en el espejo, pienso en Casey”, destacó Tarleton en la entrevista, agregando que su clave para salir con éxito de su situación es “no centrarse en las cosas negativas”.
“Es mucho más fácil quejarse, […] hablar entre nosotros de lo que no funciona. […] Si me quedara allí, sería lo que la sociedad dice que sería: ‘vas a ser miserable, vas a ser discapacitada, vas a ser ciega, vas a ser dependiente. Vas a tener un trastorno de estrés postraumático, vas a estar deprimida'”, agregó la mujer.
Asimismo, Tarleton tuvo la oportunidad de encontrarse virtualmente con la familia de la donante durante el programa televisivo. “En el momento más difícil, me dieron el mayor regalo que nadie podría haberme dado”, comentó la estadounidense a los padres de Harrington.
La impresionante transformación de Cara Delevingne
En 2007, el exesposo de Tarleton irrumpió en su casa, la golpeó con un bate de béisbol y luego le arrojó hidróxido de sodio a la cara durante un ataque de celos, provocándole quemaduras en el 80 por ciento del rostro y pérdida de la visión.
Después de someterse al primer trasplante y recibir una córnea sintética en su ojo izquierdo, la mujer empezó a tocar el piano y a viajar, participando en distintos eventos con discursos, en los que incluso reconoció haber perdonado a su pareja, quien murió en prisión tras recibir una pena de 30 años.
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