La noticia de los 5 multimillonarios muertos por la implosión del submarino Titán, desencadenó todo tipo de comentarios a través de redes sociales y uno de los comentarios más recurrentes giraba en torno al motivo que había hecho que los hombres descendieran para ver los restos del trasatlántico más famoso, el Titanic.
Sin embargo, tengamos en cuenta que más allá de ser toda una experiencia subacuática, poder descender a esas profundidades mediante estas expediciones, es importante para llevar a cabo observación con fines científicos y, el humano en su búsqueda por conocer a fondo el planeta, ha intentado explorar el fondo marino sin mucho éxito, debido a su mayor enemigo, la presión.
La ciencia que se encarga del estudio del mar es la Oceanografía. De acuerdo con un artículo, «La Oceanografía es una ciencia multidisciplinar que se dedica al estudio de los océanos, los fenómenos que ocurren en él, así como su interacción con los continentes y la atmósfera. Existen cuatro ramas de la oceanografía: Oceanografía Física, Oceanografía Química, Oceanografía Biológica y Oceanografía Geológica».
Esta área de estudio tiene como objetivos generales, conocer los procesos que tienen lugar en el mar y su variabilidad, y las causas de estas, con especial dedicación a aquellas que influyen en la producción biológica y las que alteran los ecosistemas, pero, también, cartografiar el fondo marino.
A pesar de que la humanidad lleva años explorando la superficie oceánica, hasta ahora, según información de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) solo se ha cartografiado el 20 por ciento del fondo del mar.
El océano es hasta ahora el ecosistema menos explorado por el ser humano y por más sorprendente que parezca, se conoce menos sobre sus misterios y secretos en las profundidades, que del mismo espacio.
Según información de la Woods Hole Oceanographic Institution, una comparativa sobre las exploraciones en el espacio y el océano, es la hazaña de 12 astronautas que han estado en la superficie lunar en un promedio 300 horas mientras que solo 3 personas han dedicado a pasar 3 horas a explorar Challenger Deep, el punto más profundo conocido del fondo marino de la Tierra.
El fondo marino es tan difícil de explorar debido a una serie de factores que contribuyen un gran riesgo para el humano, sin importar los equipos que se utilicen y el mayor enemigo, sin duda alguna, es la presión.
Presión
A medida que se desciende a mayores profundidades, la presión del agua aumenta significativamente. Cuando un buzo se encuentra a nivel del mar, su cuerpo soporta una atmósfera de presión, como la del resto de los humanos, pero, una vez que inicia la inmersión, se sienten cambios notorios en el cuerpo y cada 10 metros de profundidad se suma una atmósfera más de presión, lo que se puede traducir en 17, 500 kilogramos.
Mientras más se desciende, los órganos como pulmones se reducen y cambios notorios como presión en el pecho y oído se pueden percibir. Esto no pasa a bordo de un submarino, donde se procura compensar la presión del interior, pero, la presión del exterior llega a ser tanta que, se puede generar una implosión como fue el caso del sumergible Titán.
Condiciones extremas
Temperaturas muy bajas, falta de luz solar y escasez de oxígeno, son algunas de las condiciones que dificultan la supervivencia de los organismos y pueden afectar el funcionamiento de los equipos y dispositivos utilizados en la exploración en el fondo marino.
Fauna marina peligrosa
El fondo marino no ha sido explorado y sabemos que en él habita una gran cantidad de fauna conocida y desconocida que puede representar un riesgo para la vida de las personas. Algunos animales pueden ser venenosos, tener mandíbulas poderosas o desarrollar mecanismos de defensa agresivos
Hasta el momento se sabe que en el fondo marino hay llanuras abismales y cordilleras montañosas poco estudiadas.