El académico universitario advierte que si el diputado federal yucateco del PAN Raúl Paz Alonzo, uno de los que aspiran a la candidatura a la alcaldía de Mérida, resulta involucrado como uno de los protagonistas importantes de la juerga en un hotel de Puerto Vallarta, los electores meridanos no tolerarán la doble moral del panista y podría perder la oportunidad de competir por ese cargo público.
“El diputado Paz debe clarificar su estadía en Puerto Vallarta, dar detalles de lo que hizo para que quede claro si participó o no en esa fiesta inmoral”, indica. “Si tuvo una participación fuerte, tendrá consecuencias en su carrera política”.
Paz Alonzo, como informamos ayer, se negó a responder sí o no a la pregunta expresa de si asistió a la fiesta. Sólo argumentó: “no me voy a prestar al juego sucio del PRI”. Luego, precisó que efectivamente viajó a la reunión de trabajo y que lo hizo en compañía de su esposa Cecilia Patrón Laviada y su hija María Sofía, cuyos gastos solventó con recursos propios.
Ayer se intentó de nuevo obtener la opinión del diputado federal Paz Alonzo sobre los últimos acontecimientos de este caso, pero no fue localizado.
“No creo que haya nada más que decir”, comentó su esposa al referirse a la versión que dio el diputado anteayer y publicó el Diario.
Al hablar de este tema, a petición nuestra, Baños Ramírez afirma que si existiera el respeto a las leyes los legisladores que derrochan el dinero público deberían ir a la cárcel porque existe un desvío de recursos.
“La clase política está acostumbrada a este tipo de fiestas inmorales, sólo que no trascienden o porque no llegan las pruebas a los enemigos políticos”, subraya el investigador. “En este caso los panistas acusan a sus opositores (el PRI), pero llama poderosamente la atención que se difunda después de la aprobación de las leyes secundarias de la reforma energética. Este caso sucedió en enero cuando todavía no votaban las leyes”.
Afirma que el daño político es fuerte para el PAN porque tiene una imagen ante la sociedad. Recordó que ese partido se dice promotor y respetuoso de los valores morales, familiares, éticos y católicos, por lo que ahora queda en entredicho esa doctrina política.
“Los meridanos, que están más politizados, no perdonarían este tipo de acciones inmorales a algún candidato que estuviera involucrado”, reitera el doctor Baños. “Si están involucrando al diputado Paz, éste debe aclarar qué participación tuvo en esa fiesta”.
No descarta que efectivamente los legisladores panistas sean víctimas de sus enemigos políticos, pero eso no justifica que las principales figuras de la Cámara de Diputados participen y protagonicen ese tipo de escándalos sexuales.
Considera que la destitución del coordinador de la bancada panista en la Cámara Baja, Luis Alberto Villarreal García, y del vicecoordinador, Jorge Villalobos Sáenz, son medidas para tratar de amainar el escándalo.
Sin embargo, indica, en realidad el daño político es fuerte porque están en un ataque mediático donde no sólo los exhiben por tener como acompañantes a mujeres de bailes exóticos, sino que también los vinculan con un narcotraficante, lo que hace más grave el caso.
Insiste en que el PAN tiene aceptación entre la sociedad por su respeto a los valores familiares y morales, pero estas acciones inmorales afectan gravemente su imagen ante el electorado.
“Se sabe que a la clase política mexicana le gusta ese tipo de fiestas con bailarinas exóticas, pero no todos los casos salen a la luz pública, como éste donde están involucrados legisladores panistas”, señala. “Si hay más vídeos y más pruebas contundentes que involucren al diputado Raúl Paz, ya salió perjudicado en su candidatura”.- Joaquín Chan Caamal
PAN | Escándalo político
A raíz de una fotografía donde aparentemente está el diputado Raúl Paz en la fiesta de Puerto Vallarta, el legislador dio su versión.
Fotomontaje
Declaró que una de las personas que difundió un foto montaje y lo involucra es Orlando Pérez Moguel (del PVEM).
Redes sociales
También en las redes sociales circulan una composición fotográfica en la que se habla de relojo, ropa y pulsera como indicios de que Paz sí estuvo en la pachanga.