24/03/2010
Con la finalidad de llegar a un acuerdo para reubicar el centro de rehabilitación para drogadictos que se pretende construir en el fraccionamiento Tixcacal Opichén, un grupo de vecinas se reunió ayer con el alcalde de Mérida, César Bojórquez Zapata, quien insistió en que no se cambiará de lugar.
La señora Laura Sonda Batún informó que la entrevista con Bojórquez Zapata sólo duró unos minutos, ya que éste tenía prisa para asistir a un evento, de manera que no le tomó la debida importancia que tiene para ellos el asunto.
“El alcalde estaba acompañado de su esposa Susana Bustillos, quien defendió el centro para drogadictos, pues el DIF municipal los apoya, sin importar nuestras quejas y lo que representa para todas las familias de Tixcacal Opichén.
Consideramos ese lugar un peligro, pero tal parece que las inconformidades de los ciudadanos son ignoradas por la autoridad municipal ”, manifiesta la señora Sonda Batún.
“El señor (Bojórquez Zapata) nos dejó en claro que el dueño de los terrenos es el grupo Fraternidad, ya que desde el 2008 escrituraron a su nombre ese lote. Aunque le dijimos que podría conseguirles un terreno en el Periférico nos dijo que no porque esos terrenos son del gobierno del Estado, pero tratará de encontrar otro sitio para la construcción de la iglesia que solicitamos”.
Le preguntamos al señor Bojórquez Zapata ¿le gustaría que enfrente de su residencia le construyeran un centro para drogadictos? Si nos responde sí entonces que lleve al grupo Fraternidad a su fraccionamiento. Otros vecinos inconformes son Heidi Ruiz Centeno, Ramón Lizama, Wílberth Velázquez Dzul, Fidel Pérez, Estela Tiburcio, Gloria Suárez, Graciela Pech y Marilú Carballo