La recomendación de Standard and Poor's al gobierno yucateco de abstenerse de contratar nuevos créditos y evitar que empeore su calificación crediticia pondría en aprietos la estrategia de las autoridades para pagar los terrenos de Chichén Itzá que compró en marzo.
Ayer publicamos que esa agencia calificadora otorgó a las finanzas estatales una calificación negativa, según un informe divulgado en noviembre, en el que se advierte al gobierno local que debe controlar su gasto operativo y abstenerse de solicitar otros créditos, para evitar que se agrave esa calificación.
Actualmente el gobierno reconoce una deuda pública de largo plazo de $1,785.5 millones y un pasivo de corto plazo de 1,055 millones, la mayor parte integrada por adeudos a proveedores.
Según el economista Antonio Osorio Acevedo, director de Información Sistemática de la Península, $418.8 millones de la deuda pública está contratada con Banorte, que deberá saldarse a más tardar en 2013, de modo que las finanzas del gobierno estarán muy comprometidas en los próximos dos años.
No obstante, en marzo el director de Cultur, Jorge Esma Bazán, anunció que el gobierno del Estado adquirió 83 hectáreas de tierras de Chichén Itzá, pertenecientes a Hans Jurgen Thies Barbachano, en $230 millones.
Agregó que para pagar esa cantidad Cultur gestionaría un crédito bancario a 15 años.
La única forma de obtener ese préstamo, explica Osorio Acevedo, es con el aumento de las tarifas de entrada a Chichén Itzá y a otras zonas arqueológicas, para garantizar un flujo de efectivo suficiente que garantice el préstamo, —En círculos empresariales todo mundo habla de la propuesta hecha la semana pasada por Esma Bazán a los miembros del Patronato Cultur, de aumentar $60 a la tarifa de ingreso a Chichén para los extranjeros.
Actualmente esa tarifa es de $111, de los cuales $60 son para Cultur y $51 para el INAH.
Esma Bazán pretende incrementar a $120 la tarifa de Cultur para los turistas de fuera que entren a Chichén, una de las “siete nuevas maravillas del mundo”. De esta forma, Cultur obtendría más de cien millones de pesos al año.
Según el INAH, en 2008 entraron a Chichén Itzá 1.455,000 visitantes, de los cuales 861,000 fueron extranjeros (59%) y 594,000 nacionales (41%). Si Cultur cobra $120 a cada visitante extranjero en Chichén (aparte de la cuota del INAH), este organismo obtendría $103.320,000 millones al año, si se mantiene la misma afluencia de 2008. “Con tal flujo de efectivo, cualquier banco estaría interesado en ofrecer crédito a Cultur”, dice Osorio Acevedo.
Si se logra, añade, los turistas extranjeros que entren a Chichén pagarán en total $171, igual a 13.5 dólares, lo mismo que cuesta ingresar al Coliseo de Roma, pero casi el triple de lo que se paga por conocer la Muralla China (5 dólares). Ambos están entre las “siete nuevas maravillas del mundo”.
La entrada a Teotihuacán, la zona arqueológica más visitada de México, cuesta cuatro dólares y la de Tikal, el otro gran centro ceremonial maya, siete.
—Preocupa saber que esos nuevos recursos podrían servir para pagar los terrenos de Chichén Itzá, que ha usufructuado un particular y el gobierno decidió comprar a precios sobrevaluados.
Cultur
- Tarifas Si se aprueba el aumento de las tarifas, faltaría ver cómo reaccionan las calificadoras ante este nuevo endeudamiento.Discusión “Habría que discutir públicamente la conveniencia de incrementar las tarifas de ingreso a Chichén para extranjeros y aprovechar las condiciones del mercado, para atraer más recursos al Estado, y el destino que se daría a ese dinero. Pero ése es otro tema”, indica Antonio Osorio Acevedo.
