- Datos oficiales desmienten declaraciones de la gobernadora
- Apoyos sociales sólo para 871 personas, no para 35,000
Las declaraciones de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco justificando los exhorbitantes gastos de su oficina y su secretaría técnica en el primer semestre de este año, contradicen, sin embargo, información del propio gobierno sobre el tema.
Como publicamos ayer, la funcionaria explicó que los cuantiosos gastos de su oficina —$79.4 millones en seis meses, cuando todo su presupuesto anual es de $75.9 millones — se debieron a que los programas de esa dependencia “atendieron a 35,000 personas que pidieron apoyos en audiencias públicas, solicitudes por escrito o en forma directa en las oficinas de Palacio”.
De acuerdo con el presupuesto de Egresos de 2010, la oficina de la Gobernadora sólo tiene un programa de ayuda social a su cargo, “Ayudar”, con un presupuesto anual de $3.5 millones.
La lista de beneficiarios de “Ayudar” de enero a junio de este año, publicada en internet por el mismo gobierno del Estado hace unos días, asciende únicamente a 871 personas, de las cuales 82, el 9.4%, viven en Dzemul, de donde es originaria la gobernadora. Trece de estos beneficiarios, por cierto, se apellidan Pacheco.
La oficina de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco entregó “apoyos sociales” a 871 personas en el primer semestre de este año y no a 35,000, como ella dice, según información de su propio equipo difundida en internet.
El Diario publicó el jueves que esa dependencia erogó $79.4 millones en los primeros seis meses, un promedio diario de $441,111, según el último Informe Trimestral sobre las Finanzas Públicas del gobierno, elaborado por la Secretaría de Planeación y Presupuesto (SPP).
Esta cantidad representa un sobregiro de 4.6% con respecto a los $75.9 millones que aprobó el Congreso para esta oficina en todo 2010. La cifra contrasta con el gasto promedio diario de esta dependencia en el primer semestre de 2009, que fue de $269,444, según el Informe Trimestral. Además de los $79.4 millones, la SPP le autorizó a la oficina de la gobernadora una ampliación presupuestal de $57.7 millones.
Como hemos informado, el responsable de ejercer este dinero es Carlos González Caamal, director de Administración y Finanzas de esa oficina, señalado como el dueño de mansiones, autos de lujo y del restaurante Todo Latino en Mérida.
El 66% del presupuesto de la oficina de la gobernadora —$49.9 millones — es para pagar sueldos y salarios de los funcionarios y empleados y el resto para materiales, suministros y servicios generales. Sólo hay una reducida partida de $3.5 millones para el programa Ayudar, que entrega a la gente pequeñas aportaciones para comprar medicinas, construir pies de casa o atender urgencias económicas. El presupuesto de Ayudar lo ejerce la oficina de Gestión Ciudadana, dependiente también de la oficina de la Gobernadora, y está bajo la dirección de Humberto Pacheco Pérez. Sin embargo, de acuerdo con información pública del gobierno, la burocracia del programa Ayudar gasta casi dos veces más que el presupuesto del programa mismo. Esta dependencia recibió $9.5 millones en 2010, de los cuales, un millón de pesos es para “gastos relacionados con actividades culturales, deportivas y de ayuda extraordinaria, así como para gastos por servicios de traslado de personas y funerales y pagos de defunción. El resto, $8.5 millones, se divide así: $5.6 millones para sueldos de la oficina, $905,000 para materiales y suministros y $1.9 millones para servicios generales. Es decir, el gobierno paga $2.42 a la burocracia que maneja el programa Ayudar por cada peso que reparte a las personas necesitadas que, en lo que va del año, apenas han sido 871.
Si no se respetan los acuerdos y presupuestos establecidos y aprobados se cae en el desorden, el dispendio y podrían llegar hasta en el caos administrativo, advirtió el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Jorge Caamal Burgos.
“Los excesos que hoy se ven en el gasto del gobierno del estado, contradicen a esa autoridad, pues por un lado hablan de recortes y por otro se ve lo contrario”, manifestó el dirigente empresarial.
En sus declaraciones de ayer la gobernadora no negó que haya gastado más de lo presupuestado para su despacho y en Comunicación Social, pero alegó que se da una interpretación errónea a su ejercicio de los recursos que le asignan.
Respeto al presupuesto Caamal Burgos declaró que el presupuesto aprobado se debe respetar, más ahora cuando se vive en situaciones críticas por las que el mismo gobierno estatal habla de recortes en sus dependencias.
El no respetar el ejercicio del presupuesto aprobado, en su opinión es una total falta de respeto a la ciudadanía.
“Si la gobernadora habla de un corte de caja, que lo haga, pero de verdad, que lo cumpla e informe debidamente, completo, a detalle, no solo en lo general”, dijo.
El dirigente empresarial consideró que también debería hacerse una revisión del gasto, considerando ante todo el factor “costo-beneficio”, para valorar si en verdad se justifica la forma en que se ejercen los recursos.
—Esto —recordó en entrevista— es parte del trabajo responsable que deberían hacer los diputados, vigilar que el ejercicio de los recursos públicos sea el correcto y lo aprobado.
Insistió en que hay un presupuesto aprobado y se debe respetar y cumplir, “o qué caso tiene entonces que cada año se someta a discusión y negociación para hacer la distribución y aprobar el presupuesto”.
En el Congreso hoy en día hay diputados jóvenes con muy buenas ideas, que por algo los eligió el pueblo, no deben defraudar esa confianza depositada en ellos, puntualizó.
Intereses del pueblo —Los diputados deben cuidar los intereses del pueblo, y uno de los principales intereses son los recursos públicos, que cuiden se invierta responsablemente —puntualizó.
Lo peor que podrían hacer, indicó, es quedarse cruzados de brazos y no cumplir con sus responsabilidades, a ellos les toca vigilar al gobierno.