Publicada: 23 julio 2011
(1)"Soy víctima de las autoridades, me detuvieron, estuve encerrado ocho meses y luego comprobaron que soy inocente", afirma Carlos Hernán Rodríguez Magaña, quien estuvo preso por un delito que no cometió.
"Fui un chivo expiatorio, las autoridades abusaron de su poder en mi contra, no sé si para encubrir a otra persona", añade el informante.
Rodríguez Magaña fue acusado de ultrajar a una niña, interna de Centro de Atención Integral para el Menor (Caimede). Primero fue arraigado por 30 días y luego detenido previa orden que giró el Juzgado 7o. Penal hace más de un año.
"Siempre dije que soy inocente, yo nunca tuve contacto con los niños, era chofer", señala.
El acusado explica que intentaron obligarlo a firmar un documento en el que acepta su culpa, pero se negó. Fue maltratado, e incluso agredido: un agente de la Judicial del Estado (ahora Policía Ministerial) se sentó bruscamente sobre Rodríguez Magaña.
"Estábamos en una camioneta, no había espacio y se tiró. Mi pierna quedó lastimada como hasta ahora", añade.
El Juzgado 7o. lo sometió a juicio durante siete meses, luego, obtuvo un amparo "para efectos" de que se hagan unas adecuaciones legales, pero finalmente se le exoneró.
"El Tribunal Superior confirmó que no había pruebas en mi contra y por eso estoy libre.
"Ese tiempo recibí mal trato sin que haya cometido algún delito, me dio un infarto y sigo enfermo por ese tiempo que pase preso injustamente", continúa.
El informante localizó ayer al reportero porque en reciente nota se mencionó su caso. Fue a raíz de nuevo caso de violación denunciado en el Caimede.
Por los ocho meses preso el detenido no recibió "ni siquiera una disculpa", sus familiares sufrieron y él fue señalado por las autoridades como el autor de la violación.
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