Publicada: 14 agosto 2011
(1)Comunidades
Las condiciones en que se encuentran los mercados Lucas de Galvez y San Benito, y los problemas sociales y comerciales que los afectan, hace pensar que los locatarios y usuarios de esos centros de abasto "están olvidados", señala un estudio.
A eso se añade que es contundente el desorden en la administración de esos mercados, lo cual se refleja en insalubridad, falta de servicios básicos e instalaciones o infraestructura vieja que son un riesgo en materia de protección civil.
Otros problemas son: espacios comerciales improvisados, nula planeación comercial que impide al locatario ofrecer en forma atractiva sus productos o servicios, y falta de transparencia en los cobros de cuotas y en la vigencia de las concesiones.
Hay la hipótesis de que se comercializan ilegalmente locales que son propiedad del municipio, o que los locales cerrados son usados para la prostitución, indica el análisis hecho en abril por la empresa Segmentos Research, una agencia regional de investigación de mercados.
El trabajo se denominó "Empadronamiento comercial en los mercados municipales que forman parte del área de influencia del Centro Histórico de Mérida", y lo dirigió José Valentín Cab Lugo.
Se averiguó que esa investigación fue a instancias del Patronato para la Preservación del Centro Histórico de Mérida, en coordinación con el Ayuntamiento, el gobierno estatal y locatarios de esos sitios de abasto.
El objetivo del trabajo fue tener el "perfil comercial" de esos mercados, a fin de contar con datos objetivos e imparciales para mejorarlos.
Ese material servirá para hacer una "reingeniería operacional, comercial y de infraestructura" de ambos lugares, lo cual beneficiará a locatarios y los clientes de estos y, además, elevaría la competitividad de Mérida.
Otros resultados que arrojó ese trabajo son: La situación que desde la madrugada hasta la noche se ve, escucha y se siente en los mercados es el de una triste realidad, con un agudo impacto social y comercial.
Los locatarios y sus clientes interactúan en condiciones no óptimas. Hay comerciantes con espacios reducidos o que carecen de agua potable y electricidad a pesar de que lo necesitan para el producto procesado que ofrecen, y les falta zonas para las maniobras de su mercancía.
A su vez, los consumidores compran entre malos olores, baños sucios y desordenados estacionamientos de vehículos. ¿Cómo estará la inocuidad y sanidad de los productos?
Resalta la incertidumbre en que viven comerciantes fijos y ambulantes que carecen de la seguridad legal de concesiones y permisos, a pesar de que hace años laboran en esos sitios.
Hay un grupo de comerciantes que tienen acaparados varios locales, otros más poseen esos puestos pero no los abren, y otros más están sujetos al cobro "poco transparente" del llamado "derecho de piso"
.
