Noticias de Yucatán
(túnel, represión, impunidad)
Tema: El paso deprimido
(túnel, represión, impunidad)
Recuento de los hechos violentos del lunes 4 de julio
Publicada: 5 septiembre 2011
Publicada: 5 septiembre 2011
Parte de la manifestación que se realizó ayer donde se construye el túnel de Montejo con motivo de la represión de hace dos meses (1)
Pasada la medianoche, cuando corrían los primeros minutos del 4 de julio, el gobierno estatal y el Ayuntamiento iniciaron una represión contra jóvenes y adultos -hombres y mujeres- que custodiaban la glorieta de Montejo en un último recurso para evitar la polémica obra de la alcaldesa Angélica Araujo Lara.
En las siguientes 15 horas hubo oleadas de impunes ataques contra los ciudadanos. Niños, jóvenes, un discapacitado, muchachas, amas de casa, personas de la tercera edad, profesionales, vecinos del rumbo, estudiantes y otras personas más quedaron ex puestas a la violencia.
Sus vidas e integridad física estuvieron en peligro, fueron dejados a manos de los agresores y de los vehículos y maquinaria que temerariamente se movieron en ese mar de confusión y angustia.
Hubo heridos sangrantes, llanto, miedo y crisis emocionales. Los agresores robaron carteras, bolsos, teléfonos y cámaras fotográficas, y destruyeron tiendas de campaña, mesas, sillas y otros objetos de los manifestantes. Mujeres terminaron con la ropa desgarrada tras ser arrastradas por el piso, golpeadas y pateadas.
Se creyó que el cónsul honorario de Holanda, Enrique Gutiérrez, murió por la crueldad de la agresión sufrida.
Para dar ese condenable golpe contra las libertades, las autoridades recurrieron a una celada. Vehículos y agentes policíacos, parte de estos con ametralladoras, cerraron las calles al tránsito para aislar a los manifestantes.
Testigos de los hechos afirman que la represión fue premeditada y los golpeadores actuaron con ventaja. El que cometió el delito puso los medios para asegurar su ejecución, sin peligro para él.
La policía ni actúa
Los cuerpos policiacos rehusaron intervenir y frenar a los grupos de choque. Mañosamente argumentaron que estaban ahí sólo para vigilar la circulación de vehículos, e ignoraban qué ocurría en la glorieta, donde una cámara de la Secretaría de Seguridad Pública grababa todo desde lo alto y funcionarios estatales y municipales atestiguaban el ataque.
La gobernadora Ivonne Ortega Pacheco aceptó que ordenó que no interviniera la fuerza pública, pero alegó que fue para no empeorar las cosas. Durante la represión, entre los agresores y los agredidos resonaron los gritos de "Ivonne, Ivonne...", los primeros y "Paz, Paz...", los segundos.- Hansel Vargas Aguilar
Más información: http://www.yucatan.com.mx/pasodeprimidoEn las siguientes 15 horas hubo oleadas de impunes ataques contra los ciudadanos. Niños, jóvenes, un discapacitado, muchachas, amas de casa, personas de la tercera edad, profesionales, vecinos del rumbo, estudiantes y otras personas más quedaron ex puestas a la violencia.
Sus vidas e integridad física estuvieron en peligro, fueron dejados a manos de los agresores y de los vehículos y maquinaria que temerariamente se movieron en ese mar de confusión y angustia.
Hubo heridos sangrantes, llanto, miedo y crisis emocionales. Los agresores robaron carteras, bolsos, teléfonos y cámaras fotográficas, y destruyeron tiendas de campaña, mesas, sillas y otros objetos de los manifestantes. Mujeres terminaron con la ropa desgarrada tras ser arrastradas por el piso, golpeadas y pateadas.
Se creyó que el cónsul honorario de Holanda, Enrique Gutiérrez, murió por la crueldad de la agresión sufrida.
Para dar ese condenable golpe contra las libertades, las autoridades recurrieron a una celada. Vehículos y agentes policíacos, parte de estos con ametralladoras, cerraron las calles al tránsito para aislar a los manifestantes.
Testigos de los hechos afirman que la represión fue premeditada y los golpeadores actuaron con ventaja. El que cometió el delito puso los medios para asegurar su ejecución, sin peligro para él.
La policía ni actúa
Los cuerpos policiacos rehusaron intervenir y frenar a los grupos de choque. Mañosamente argumentaron que estaban ahí sólo para vigilar la circulación de vehículos, e ignoraban qué ocurría en la glorieta, donde una cámara de la Secretaría de Seguridad Pública grababa todo desde lo alto y funcionarios estatales y municipales atestiguaban el ataque.
La gobernadora Ivonne Ortega Pacheco aceptó que ordenó que no interviniera la fuerza pública, pero alegó que fue para no empeorar las cosas. Durante la represión, entre los agresores y los agredidos resonaron los gritos de "Ivonne, Ivonne...", los primeros y "Paz, Paz...", los segundos.- Hansel Vargas Aguilar
Tema: El paso deprimido
En contexto:
De un vistazo
Al amparo de la noche
Los testimonios recogidos indican que poco después de la medianoche, cuando los que montaban guardia en la glorieta compartían una pizza, llegó el primer grupo de atacantes junto con vigilantes de una empresa privada , así como empleados y vehículos del Ayuntamiento para rodear la fuente con una valla metálica.
La primera víctima
La primera víctima fue un joven que tomó fotografías, Intentaron quitarle la cámara y lo tiraron al piso.
Los golpeadores
Después se sumó un grupo de choque cuyos integrantes vestían de negro, y más empleados del Ayuntamiento, así como trabajadores, herramienta y maquinaria de la constructora Proser. Arribaron taxistas del Surty y por últimos trabajadores del rastro y vándalos que encabezó Carlos Herrera Chalé.
Al amparo de la noche
Los testimonios recogidos indican que poco después de la medianoche, cuando los que montaban guardia en la glorieta compartían una pizza, llegó el primer grupo de atacantes junto con vigilantes de una empresa privada , así como empleados y vehículos del Ayuntamiento para rodear la fuente con una valla metálica.
La primera víctima
La primera víctima fue un joven que tomó fotografías, Intentaron quitarle la cámara y lo tiraron al piso.
Los golpeadores
Después se sumó un grupo de choque cuyos integrantes vestían de negro, y más empleados del Ayuntamiento, así como trabajadores, herramienta y maquinaria de la constructora Proser. Arribaron taxistas del Surty y por últimos trabajadores del rastro y vándalos que encabezó Carlos Herrera Chalé.