Cuando te llega la hora, donde sea: dos infartados, en un camión y en la calle

08 septiembre 2015
Noticias de Yucatán

Dos personas fallecidas por infartos al corazón dejó la jornada de ayer en diferentes puntos de la ciudad.
En el primer caso, un infarto terminó con la vida de un hombre que hasta el cierre de esta edición permanecía en calidad de desconocido; viajaba en el autobús de la ruta Peto-Mérida ayer por la mañana.
Al parecer nadie se había dado cuenta de que el señor estaba muerto hasta que llegaron a la terminal.
De acuerdo con los datos recabados en la terminal de Oriente, de la calle 50 con 67 del Centro, el señor abordó el autobús con número económico 154, de la línea LUS, conducido por Carlos Alberto Rojas Hernández, en la ciudad de Peto.
El camión llegó a las 8:05 de la mañana a la terminal de Mérida donde los pasajeros bajaron, pero en uno de los asientos estaba el señor, de unos 50 años de edad, quien no se movía. “Se quedó alguien ahí atrás dormido”, le habrían dicho al chofer, quien se acercó al lugar de la persona para hablarle.
Al no tener respuesta informó a sus superiores y pidió que mandaran un paramédico, pues el señor tenía espuma en la boca y en la nariz. Enseguida llegó el paramédico Carlos Uc Hau de la Policía Municipal de Mérida, quien después de revisar al señor determinó que ya había fallecido.
El autobús se cerró y permaneció estacionado en el andén número 2 de la terminal. Policías municipales se quedaron en el lugar a la espera de los servicios periciales de la Fiscalía General del Estado y del Servicio Médico Forense.
Hasta la tarde de ayer el sujeto permanecía en calidad de desconocido.
En el lugar nadie se había dado cuenta del hecho sino hasta que el Semefo se llevaba el cadáver.
En el segundo caso la víctima fue una mujer de 68 años que falleció frente a su domicilio, en la vía pública, al sufrir un ataque fulminante al corazón.
Vecinos de la calle 109 entre 56 y 58 de la colonia Dolores Otero, al sur de la ciudad, vieron cómo María Magdalena Cauich Caballero cayó al piso víctima de un ataque. Una de las vecinas que en ese momento estaba a las puertas de su casa, a unos pasos de donde cayó María Magdalena, corrió a auxiliarla.
Al llegar junto a su vecina la empezó a abanicar, mientras otros vecinos llamaron a la Cruz Roja y a la policía.
El hijo de la mujer infartada, de nombre Jorge, salió a ver a su madre; al llegar los paramédicos, a bordo de la ambulancia YUC-014, certificaron la muerte de Magdalena Cauich.
Al lugar también llegaron agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), quienes acordonaron el área; a los pocos minutos llegaron agentes de la Fiscalía General del Estado, el Servicio Médico Forense y la Unidad Especializada en la Escena del Crimen de la SSP para las pesquisas de ley.
Una vecina dijo que la señora Cauich Caballero cruzó la calle para esperar a su esposo, ya que hoy (por ayer) le entregarían su credencial de elector, pero en ese momento cayó a la acera y empezó a convulsionar.
Los vecinos sabían que padecía de ataques epilépticos, por eso se acercaron a ayudar, pero no se imaginaron que fuera un infarto.
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