Texas se dispone a ejecutar a hombre que mató a sus hijas

29 marzo 2016
John David Battaglia estaba tan furioso porque su ex esposa llamó a la policía para acusarlo de acoso, que buscó vengarse una tarde mayo del 2001 cuando sus dos hijas pequeñas fueron a visitarlo a su apartamento en Dallas.
Mientras la madre escuchaba impotente al otro lado del teléfono, el hombre mató a tiros a las dos niñas, una de 9 años y la otra de 6.
Horas más tarde, el hombre fue a un salón de tatuajes para hacerse inscribir dos rosas en su brazo izquierdo en recuerdo de las chiquitas: Faith y Liberty. Al salir del local, se necesitaron cuatro policías para someterlo y arrestarlo. En su camioneta tenía una pistola cargada.
El miércoles, el hombre de 60 años de edad debe ser ejecutado mediante una inyección letal. Será el décimo ejecutado este año a nivel nacional, el sexto en Texas.
“No siento que las haya matado“, dijo Battaglia al diario Dallas Morning News en el 2014. “Mi mente está en blanco en torno a lo que sucedió.”
Habló de sus hijas como “mis mejores amiguitas” y dijo al diario que tenía retratos de ellas en su celda. Se negó a darle una entrevista a The Associated Press pocos días antes de su ejecución.
Un abogado que intenta representar a Battaglia, quien asevera que el abogado público lo abandonó luego que la Corte Suprema se negó a reexaminar el caso en enero, dijo en un documento enviado a los tribunales que Battaglia es un enfermo mental. El abogado Gregory Gardner dice que se debe postergar la ejecución para poder realizar un juicio en que se examine si Battaglia está en condiciones de ser ejecutado.
Pero las pruebas disponibles “de ninguna manera” demuestran que Battaglia no comprende que está a punto de ser ejecutado, o que no sabe las razones del castigo, las condiciones necesarias para que un preso pueda ser sometido a la pena capital, dijo Erich Dryden, fiscal asistente de Texas.
“Esto no es más que un intento desesperado de último minuto“, indicó Dryden.
Los abogados de Battaglia no llamaron a ningún testigo en la fase inicial del juicio en el 2002, y al jurado le tomó apenas 19 minutos hallarlo culpable. En la etapa del juicio en que se decide la pena, la defensa argumentó que Battaglia necesita ayuda psiquiátrica y por lo tanto debe ser eximido de la pena capital. El jurado discrepó.
“Pensar que un padre mataría a tiros a sus dos hijitas, es increíble“, dijo el fiscal del caso  Howard Blackmon. “Era un caso sumamente apropiado para la pena de muerte.”
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