La muestra en realidad se compone de doce autorretratos que la artista intervino con pinturas que consiguió en la región, según se explicó ayer durante la presentación que estuvo a cargo de Leila Godet Voight y Diana Castillo, presidenta y directora del Centro Cultural “La Cúpula”, situado sobre la calle 54 entre 41 y 43 del Centro de esta ciudad.
Leila contó que durante la elaboración de los cuadros, Kimiko se vistió de hipil y según cómo se sentía en ese momento eligió los colores o el tipo de pigmento adecuado; en algunos cuadros por ejemplo, utilizó maquillaje.
Los doce cuadros presentan una simetría bilateral que se produce al doblar el lienzo a la mitad al momento de trabajarlo, y que al desplegarlo “se confronta con encuentros muy sugerentes que dan luz íntima al carácter no figurativo de su obra suprafigurativa”, se destacó en la presentación.
Con claras referencias al test de Rorschach (método psicodiagnóstico en el que uno tiene que decir qué ve en las manchas de tinta), Kimiko cuestiona en sus cuadros asuntos como la individualidad, la nacionalidad y la universalidad.
La artista, quien no pudo estar en la inauguración pues se encuentra en Venecia preparando una nueva serie, ya había presentado estos trabajos durante la inauguración del Centro Cultural “La Cúpula”, pero mandó un mensaje diciendo que su corazón está presente.
La colección completa se compone de 24 cuadros, pero sólo doce se llevaron al hotel, donde estarán hasta octubre próximo en el área del recibidor y el restaurante.
“Esta es la expo del verano”, expresó Leila, tras indicar que es importante la relación que tiene (La Cúpula) con el hotel, pues permite que más gente conozca las obras.
