Precandidato del PRI en CDMX hace de todo para llamar la atención

27 diciembre 2017
Noticias de Yucatán

 (apro).- En busca de ganar simpatía entre los capitalinos rumbo a las elecciones de 2018, el precandidato del PRI a la jefatura de gobierno, Mikel Arriola, viajó en el Metro capitalino y caminó por los pasillos del popular barrio de Tepito, donde hasta se paró en un puesto de ropa de bebé y ofreció: “¡de a 70 el mameluco!”.
Respaldado todo el camino por Lourdes Ruiz, La reina del albur, uno de los personajes más respetados del llamado “barrio bravo”, el exdirector del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) llegó en Metro al mercado de La Lagunilla y comenzó su caminata de más de 30 minutos.
Con un vaso de café en la mano derecha y su reloj Casio en la izquierda –cuidado discretamente por un guarura– el abogado graduado en la Universidad Anáhuac y maestro por la Universidad de Chicago anduvo entre puestos de fayuca, ropa made in China, teléfonos celulares –algunos de dudosa procedencia–, puestos de discos y perfumes “pirata”, locales prohibidos de cerveza de barril y música de salsa y reguetón.
Las calles del barrio estaban semivacías de compradores, un día después de la Navidad, y de entre los pocos clientes que por ahí pasaban, apenas uno que otro lo reconocía, pero porque iba rodeado de al menos una decena de fotógrafos y reporteros. El tumulto lo obligó a bajarse de la banqueta y caminar sobre el carril del Eje 1 exclusivo para el transporte público.
Con gesto un tanto serio, a veces llevándose la mano a la cara y echando un vistazo a su teléfono móvil, apenas saludaba a uno que otro comerciante. “Buenas tardes”, les decía a lo lejos, sin acercarse a saludar o sólo asentando la cabeza. “¿Y tú quién eres?”, le gritaban. Sólo un señor de edad avanzada le pidió una selfie.
A lo lejos, un comerciante que sí lo reconoció, le gritó “¡Fuera, fuera!”, pero nadie lo secundó. Otro, en cambio, le gritó: “Échale ganas eh manito, necesitamos a alguien como tú!”. Una mujer que vestía mandil le gritó: “Aquí sí estamos trabajando, somos gente humilde, de trabajo”.
Lourdes Ruiz le comentó que había pocos compradores y escasa mercancía “porque no hay dinero ni en la ciudad ni en el país”.
–¿Ha bajado la venta?
–Pero cañón, como 85%.
El precandidato del PRI a gobernar la capital apretó el paso, siempre guiado por La reina del albur, quien hacía comentarios en doble sentido a la prensa, aunque el candidato no lograba captar. Así lo llevó hasta su puesto de ropa interior y de bebé y custodiado por sus tres perros chihuahueños.
Ahí, le “enseñó” a ofrecer su mercancía:
“Grítale: ¿qué talla, qué talla? ¡Enséñale tus mamelucos! ¡Grítale como si de a de veras!”, le instruyó la comerciante.
De dirigir la institución de seguridad social más importante del país, Mikel Arriola pasó a tomar una trusa blanca –“calzones de bajo color”, según Lourdes Ruiz– y gritar: “¡A 70, a 70! De a 70 el mameluco!”, mientras posaba para las cámaras.
Ya en tono serio, el precandidato dijo que su visita al barrio era “porque estamos muy cerca de la gente que trabaja en el comercio, que trabaja todos los días desde que canta el gallo hasta que canta el grillo –frase que le copió a su acompañante–. Venimos a reconocer ese gran trabajo que hace la gente del comercio”.
Luego, dijo que les llevaría servicio de drenaje, que taparía las coladeras y les llevaría más seguridad. También se pronunció por que se generen más espacios para el comercio ambulante: “Tenemos que generar espacios para todos”, dijo.
Antes de la visita al barrio, Mikel Arriola se reunió con líderes priistas en el tradicional Café Tacuba del Centro Histórico, a donde llegó también en Metro, luego de transbordar desde Observatorio entre las líneas 1 y 2 hasta la estación Allende.
Durante su recorrido, el también extitular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) escuchó a los pasajeros quejarse por las pésimas condiciones del Metro de la Ciudad de México, la tardanza en los traslados y la insuficiencia de trenes en las “horas pico”.
Al término del traslado, en entrevista con la prensa, el aspirante a gobernar la Ciudad de México reiteró su propuesta de no subir la tarifa del Metro. Y criticó que desde el aumento del costo del boleto –el 13 de diciembre de 2013– el gobierno capitalino ha recaudado unos 10 mil millones de pesos “pero no vemos que eso se haya invertido en infraestructura”.
También propuso aumentar el número de trenes en horas de mayor demanda, revertir el deterioro de las instalaciones y ampliar la red del Sistema de Transporte Colectivo 15 kilómetros al año. Aunque no explicó cómo, sólo dijo que será “con la ayuda del gobierno federal”.


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