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Giovanni Degarimore, que es propietario de un mercado de mariscos en Morro Bay, California (EE.UU.), ha dejado a los internautas atónitos al comprar nada menos que un pulpo de 30 kilogramos solo para liberarlo en el mar. Según el portal de noticias ABC 7, el hombre ha llegado al convencimiento de que esos animales son racionales.
Degarimore explicó a los periodistas que se interesaron por su historia que dejó de comercializar y comerse moluscos después de leer sobre su inteligencia. En este 'descubrimiento' ha jugado un papel destacado su gusto por el buceo en el archipiélago de Fiyi, que le ha permitido hacerse amigo de un pulpo.
Degarimore se enteró de que un pescador estaba vendiendo un pulpo, que había quedado atrapado en una trampa de cangrejos. Lo adquirió, lo bautizó como Fred, lo mantuvo en un acuario unos días y, finalmente, lo dejó en libertad en aguas del océano.
Los pulpos son considerados como uno de los invertebrados más inteligentes de la Tierra: los moluscos son capaces de aprender, distinguir entre formas geométricas y tamaños y reconocer a quienes los alimentan.
Giovanni Degarimore, que es propietario de un mercado de mariscos en Morro Bay, California (EE.UU.), ha dejado a los internautas atónitos al comprar nada menos que un pulpo de 30 kilogramos solo para liberarlo en el mar. Según el portal de noticias ABC 7, el hombre ha llegado al convencimiento de que esos animales son racionales.
Degarimore explicó a los periodistas que se interesaron por su historia que dejó de comercializar y comerse moluscos después de leer sobre su inteligencia. En este 'descubrimiento' ha jugado un papel destacado su gusto por el buceo en el archipiélago de Fiyi, que le ha permitido hacerse amigo de un pulpo.
Degarimore se enteró de que un pescador estaba vendiendo un pulpo, que había quedado atrapado en una trampa de cangrejos. Lo adquirió, lo bautizó como Fred, lo mantuvo en un acuario unos días y, finalmente, lo dejó en libertad en aguas del océano.
Los pulpos son considerados como uno de los invertebrados más inteligentes de la Tierra: los moluscos son capaces de aprender, distinguir entre formas geométricas y tamaños y reconocer a quienes los alimentan.
