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Antes que concluya el actual sexenio (30 de noviembre de 2018) las instalaciones que Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene en Yucatán habrán sido vendidas a particulares, en medio de un proceso de enajenación que hasta ahora la petrolera ha mantenido casi en secreto, pero que se ampara en el contenido de la Reforma Energética, la cual ha traído más perjuicios que bien a la otrora empresa de todos los mexicanos.
Durante la primera sesión del Consejo de Administración, la número 925 celebrada el 23 de febrero de este año, se signó el Acuerdo CA-005/2018, para emitir la declaratoria de liquidación y extinción de su subsidiaria Pemex Cogeneración y Servicios, la cual se dedicaba a generar y comercializar energía eléctrica y térmica.
Junto con este procedimiento, también se acordó poner a la venta las Terminales de Almacenamiento y Distribución (TAD) que se localizan en Puerto Progreso y Mérida de Yucatán, con todo lo que estos significa es decir, bodegas, edificios, laboratorios, oficinas, talleres, pozos de agua, comedores, aulas de capacitación, comedores, tanques de almacenamiento, válvulas biodigestores, así como equipo de cómputo, que se encuentra en operaciones en ambas instalaciones del estado.
El documento del cual La Verdad posee una copia, indica que se autorizó la venta de bienes que se desincorporan del régimen de dominio público y se autorizan esas operaciones a título oneroso. Argumenta que se cuenta con el dictamen, información y documentación con que se acredita la conveniencia económica, operativa y de negocio para su enajenación; el acuerdo está firmado por el secretario de ese consejo, Luis Alberto Amado.
El anexo detalla que se habrá de comercializar almacenes, bodegas, casas, clínicas de servicio médico, edificaciones y laboratorios de la terminal de almacenamiento y distribución de Mérida, Yucatán, así como cuatro casas, sin embargo no son especificados los montos y precios en que serán vendidas dichas propiedades.
En la terminal de almacenamiento y distribución de Progreso se ponen a la venta una construcción realizada para una subestación eléctrica, talleres, almacenes, aulas de capacitación, bodegas, comedores, un laboratorio y oficinas. Como en el caso de Mérida, tampoco se da a conocer el precio de esos bienes, es decir, lo que Pemex estima recaudar ni el destino de los recursos financieros.
Pemex, además comercializará bombas, aspersores, biodigestores, cisternas, cobertizos, centros de mando, compresores, circuitos de descarga, hidrantes, fosas de separación, plantas de emergencia, pozos de agua, redes contra incendios, tableros de control, transformadores, tubería, tanques, detectores de mezclas explosivas y ductos, que forman parte de ambas terminales enlistadas.
La venta de las terminales, según el acuerdo están apegadas a la nueva Ley de Petróleos Mexicanos y en las Políticas Generales de Administración y Disposición de Bienes Muebles e Inmuebles de Pemex, pero llama la atención que se pongan a la venta dos unidades con todo lo que contienen, en pleno funcionamiento y que además son consideradas estratégicas para el desarrollo industrial en la península.
Y es que la tanto la TAD ubicada en la carretera Mérida-Progreso como la que está en la vía Mérida-Umán, son utilizadas para recibir y distribuir el combustible que se consume en toda la península.
Reportes propios de Pemex, indican que entre ambas instalaciones, se movilizan anualmente un promedio de 10.5 millones de barriles anuales entre diésel y gasolinas y que llegan a las casi 300 estaciones de servicio de la zona de reparto para abastecer la demanda de los usuarios, la industria, el comercio, las actividades primarias, entre otras.
La legisladora de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Rocío Nahle, la misma que ya fue designada por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, como la futura Secretaria de Energía, se ha comprometido a someter a una profunda revisión más de 100 contratos que Pemex tiene asignados a compañías petroleras extranjeras y nacionales y de esta revisión no escapará la relacionada con las razones que tendría Pemex para vender las dos terminales de almacenamiento y distribución en Yucatán.
Así mismo, la todavía legisladora y próxima ministra de energía, se comprometió a revisar quién o quiénes serían los interesados en invertir en la compra de ambas instalaciones, ya que el suministro, almacenamiento y distribución de combustibles por lógica no se detendrá porque termine un sexenio e inicie otro de diferente partido.
La Verdad Noticias