Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
A nombre del movimiento estudiantil, Severiano Sánchez recordó lo vivido en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco
Ciudad de México.- Al inaugurar el Monumento a la Ausencia, los sobrevivientesde la masacre del 2 de octubre exigieron, a 50 años, justicia.
A nombre del movimiento estudiantil, Severiano Sánchez recordó lo vivido en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, alzó la voz.
"Les decimos, para los genocidas de Tlatelolco, para los asesinos de los muertos del movimiento, para los que desaparecieron los cuerpos en la guerra fría, a los compañeros estudiantes que tomaron las armas y se fueron a la guerrilla, para los que nos masacraron el 10 de junio, no hay perdón y no olvidamos", sentenció.
Justicia, justicia es lo que pedimos, no queremos dinero, no queremos disculpas, no queremos monumentos, queremos justicia
En el patio central del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde se inauguró una loza con 400 pares de huellas plasmadas en el cemento, Sánchez recordó el correr de los estudiantes aquella tarde del 2 de octubre de 1968.
"Observó huellas cruzadas, como de desorden, caos, y me imagino el desaloje violento que hizo el Ejército, con tanques, la noche del 27 de agosto, el Zócalo", rememoró, con voz entrecortada.
En tanto, Jaime Rochín, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que patrocinó el monumento, se dijo convencido de que la violencia que azota hoy a México tiene su origen en la vergüenza silenciada del País.
Tenemos una deuda histórica con las víctimas mortales del 68 y con sus sobrevivientes, tenemos una deuda que de no saldarse continuará pasando factura en los libros de la historia y en futuro que nos depara como nación
A nombre del movimiento estudiantil, Severiano Sánchez recordó lo vivido en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco
Ciudad de México.- Al inaugurar el Monumento a la Ausencia, los sobrevivientesde la masacre del 2 de octubre exigieron, a 50 años, justicia.
A nombre del movimiento estudiantil, Severiano Sánchez recordó lo vivido en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, alzó la voz.
"Les decimos, para los genocidas de Tlatelolco, para los asesinos de los muertos del movimiento, para los que desaparecieron los cuerpos en la guerra fría, a los compañeros estudiantes que tomaron las armas y se fueron a la guerrilla, para los que nos masacraron el 10 de junio, no hay perdón y no olvidamos", sentenció.
Justicia, justicia es lo que pedimos, no queremos dinero, no queremos disculpas, no queremos monumentos, queremos justicia
En el patio central del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde se inauguró una loza con 400 pares de huellas plasmadas en el cemento, Sánchez recordó el correr de los estudiantes aquella tarde del 2 de octubre de 1968.
"Observó huellas cruzadas, como de desorden, caos, y me imagino el desaloje violento que hizo el Ejército, con tanques, la noche del 27 de agosto, el Zócalo", rememoró, con voz entrecortada.
En tanto, Jaime Rochín, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), que patrocinó el monumento, se dijo convencido de que la violencia que azota hoy a México tiene su origen en la vergüenza silenciada del País.
Tenemos una deuda histórica con las víctimas mortales del 68 y con sus sobrevivientes, tenemos una deuda que de no saldarse continuará pasando factura en los libros de la historia y en futuro que nos depara como nación