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Un hombre envenenó a sus tres hijos, mató a su esposa a martillazo y trató de quitarse la vida en San Juan de Lurigancho, distrito del departamento de Lima, en la costa central de Perú.
El presunto asesino, Javier Rivera Miculicich, de 35 años, segó la vida de sus hijos de tres, cuatro y seis años, a quienes suministró bebida gaseosa envenenada la mañana de este viernes, y atacó con un martillo a su esposa Edith Huaylas de la Cruz, de 28 años, hasta causarle la muerte, según Diario Correo.
El hombre trató de suicidarse practicándose cortes en el cuerpo y actualmente se encuentra en el hospital San Juan de Lurigancho donde permanece bajo custodia de las autoridades, recoge El Comercio.
Al parecer, el hombre ya habría amenazado con anterioridad con quemar a Edith y existían antecedentes de violencia física y sexual contra ella. Según familiares de la víctima, ella se había separado de Miculicich hace un mes. Sin embargo, ese día, luego de un acto escolar de los infantes, la mujer habría visitado la vivienda que hasta hace poco compartían porque creía que el presunto femicida no estaría allí.
Un hombre envenenó a sus tres hijos, mató a su esposa a martillazo y trató de quitarse la vida en San Juan de Lurigancho, distrito del departamento de Lima, en la costa central de Perú.
El presunto asesino, Javier Rivera Miculicich, de 35 años, segó la vida de sus hijos de tres, cuatro y seis años, a quienes suministró bebida gaseosa envenenada la mañana de este viernes, y atacó con un martillo a su esposa Edith Huaylas de la Cruz, de 28 años, hasta causarle la muerte, según Diario Correo.
El hombre trató de suicidarse practicándose cortes en el cuerpo y actualmente se encuentra en el hospital San Juan de Lurigancho donde permanece bajo custodia de las autoridades, recoge El Comercio.
Al parecer, el hombre ya habría amenazado con anterioridad con quemar a Edith y existían antecedentes de violencia física y sexual contra ella. Según familiares de la víctima, ella se había separado de Miculicich hace un mes. Sin embargo, ese día, luego de un acto escolar de los infantes, la mujer habría visitado la vivienda que hasta hace poco compartían porque creía que el presunto femicida no estaría allí.
