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Después de los 180 días en el corralón se inicia con el proceso de destrucción
Guadalajara, Jalisco.- Más de mil 500 autos serán hechos chatarra en el corralónde San Agustín, Jalisco.
En un proceso que pareciera el mismo de una maquina de peluches, los autos son levantados por una maquina, la lleva a la bascula y ahí son comprimidos, para que sus partes no puedan ser reutilizadas.
Ya quedó marcada y es momento de destruirla para evitar que alguna de sus partes pueda ser reutilizada. Antes se le retiró la placa, los engomados y el número de serie, los cuales se entregaron a la Fiscalía.
Así, uno tras otro, personal del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) pesa los autos que están apilados en un rincón del Corralón 11, en San Agustín, e inicia el proceso de compactación.
En total serán reducidos a pacas de chatarra mil 575 vehículos que "roban" espacios en los corralones ya de por sí saturados y los cuales no pueden ser subastados debido a que participaron en algún ilícito.
"Hasta que el vehículo lleva 180 días en el corralón inicia el proceso (...) estos vehículos no se pueden vender porque proceden de algún ilícito, remarcados y que ya no pueden circular por haber participado en una acción ilegal", comentó María Luisa Urrea, titular del Instituto.
Esto es lo que nos tiene los patios llenos, tenemos alrededor de un 33 por ciento de todos los vehículos que están en los patios son procedentes de Fiscalía y están en proceso de investigación.
Para elegir a Remesare, la empresa a la que se le vendieron los autos, se hizo una subasta pública; el kilo, el IJAS lo cobrará en 4.70 pesos. En total serán un millón 920 mil kilos compactados.
El IJAS recibirá cerca de 9 millones de pesos por la venta de estos vehículos que, de lo contrario, tendrían que permanecer en el corralón.
Los autos semidestruidos son trasladados a los patios de la empresa donde se desmantelan por completo para dejar, únicamente, el cascarón. La batería, el motor, llantas y todos los compuestos se entregan a empresas especializadas en el tratamiento de compuestos tóxicos o dañinos al ambiente.
La carrocería pasa por las máquinas compactadoras, se hace la paca y se envía a una fundidora para la reutilización del material.
El proceso de compactación, dijo Urrea, durará tres meses, es decir, terminará el 17 de diciembre.
Al cumplir 180 días en el corralón se inicia el proceso para su destrucción. Los vehículos no pueden ser vendidos o usar sus partes, por ser objeto de un ilícito.
El kilo se venderá en 4.70 pesos; tras compactarse, el material de los autos se funde para volver a usarse. Fuente:Debate.