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Un hombre condenado a muerte por un doble homicidio fue ejecutado este jueves en la ciudad de Nashville (Tennessee, EE.UU.) mediante la silla eléctrica, convirtiéndose en el primero en más de diez años en morir de ese modo en ese estado, informa el portal informativo The Tennessean.
Edmund Zagorski, de 63 años, fue sentenciado a la pena máxima en 1984, por balear y cortar la garganta a dos hombres que se disponían a comprarle 45 kilogramos de marihuana en abril del año anterior.
Tras una larga serie de recursos legales y apelaciones, la ejecución de Zagorski había sido finalmente programada para el pasado 11 de octubre mediante una inyección letal, detalla WSMV.
Sin embargo, sus abogados argumentaron que el sedante midazolam, utilizado en esos procedimientos, causa un dolor insoportable, por lo cual las autoridades autorizaron al condenado a elegir la silla eléctrica como una opción más rápida y menos dolorosa de morir.
A diferencia de la fecha inicial prevista para la ejecución, cuando Zagorski eligió no recibir la última comida, el condenado optó finalmente por una cena de codillo de cerdo marinado y rabo de cerdo. Además, otros reclusos, con quien el hombre se llevaba bien, hicieron una colecta para comprarle una pizza de despedida antes de que el condenado fuese aislado.
Según un testigo, en sus últimos minutos de vida Zagorski miró la mayor parte del tiempo hacia adelante, aunque echó un vistazo alrededor de la sala de ejecuciones e hizo muecas mientras le eran colocados los electrodos. Al ser preguntado si deseaba decir sus últimas palabras, el hombre exclamó: "¡A roquear!"
Un hombre condenado a muerte por un doble homicidio fue ejecutado este jueves en la ciudad de Nashville (Tennessee, EE.UU.) mediante la silla eléctrica, convirtiéndose en el primero en más de diez años en morir de ese modo en ese estado, informa el portal informativo The Tennessean.
Edmund Zagorski, de 63 años, fue sentenciado a la pena máxima en 1984, por balear y cortar la garganta a dos hombres que se disponían a comprarle 45 kilogramos de marihuana en abril del año anterior.
Tras una larga serie de recursos legales y apelaciones, la ejecución de Zagorski había sido finalmente programada para el pasado 11 de octubre mediante una inyección letal, detalla WSMV.
Sin embargo, sus abogados argumentaron que el sedante midazolam, utilizado en esos procedimientos, causa un dolor insoportable, por lo cual las autoridades autorizaron al condenado a elegir la silla eléctrica como una opción más rápida y menos dolorosa de morir.
A diferencia de la fecha inicial prevista para la ejecución, cuando Zagorski eligió no recibir la última comida, el condenado optó finalmente por una cena de codillo de cerdo marinado y rabo de cerdo. Además, otros reclusos, con quien el hombre se llevaba bien, hicieron una colecta para comprarle una pizza de despedida antes de que el condenado fuese aislado.
Según un testigo, en sus últimos minutos de vida Zagorski miró la mayor parte del tiempo hacia adelante, aunque echó un vistazo alrededor de la sala de ejecuciones e hizo muecas mientras le eran colocados los electrodos. Al ser preguntado si deseaba decir sus últimas palabras, el hombre exclamó: "¡A roquear!"