Luego de que el Congreso de Oaxaca restringió la venta de alimentos envasados altos en calorías y bebidas azucaradas a menores de edad, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, ha planteado la posibilidad de aplicar una legislación similar en la Ciudad de México.
“Algo que ha abierto la la pandemia (…) es la gravedad del COVID-19 en las personas que tiene diabetes, hipertensión, obesidad y esto se debe, fundamentalmente, a muchos años en donde se abandonó la prevención de la salud y, particularmente, no hubo ninguna orientación hacia una vida saludable que tiene que ver con la limitación de grasas saturadas, azúcares, etcétera.
“Estamos trabajando con los diputados para ver si es factible hacer una legislación similar en la Ciudad de México y aquí lo que nos guía, fundamentalmente, pues es la salud de los niños y las niñas de la ciudad”, dijo Sheinbaum en videoconferencia el pasado 12 de agosto.
De las 83,683 personas que han dado positivo a COVID-19 en la capital, 17.96% tiene obesidad, 16.7% hipertensión y 13.75% diabetes, males asociados a la mala alimentación. El porcentaje se eleva en las 7,755 personas que han muerto por el virus, de las cuales 22.85% tenía obesidad, 39.1% hipertensión y 34.76% diabetes.
La situación en la niñez no es mejor, pues de 6 cada 10 niños que estudian en la Ciudad de México tienen sobrepeso y obesidad, de acuerdo con un estudio realizado por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) CDMX, según dio a conocer la titular de esa institución, Esthela Damián, el pasado 13 de agosto.
“En el preescolar que son los niños de tres a seis años, se identifica que hay un menor problema con relación a temas de nutrición, es decir, tenemos una cantidad muy reducida de sobrepeso y obesidad.
“Pero cuando ingresan a la primaria, sobre todo a partir del tercero al sexto de primaria, es cuando empiezan a ganar peso los niños”, agregó.
¿Qué piensan los diputados del Congreso CDMX?
Pese a la prohibición de la comida chatarra en las tiendas de las escuelas vigente desde 2014, el diputado Eleazar Rubio de Morena resalta que su venta continúa tanto dentro como fuera de los planteles educativos.
“Si nosotros vamos a las escuelas nos damos cuenta de lo que están vendiendo. Podemos prevenir desde las escuelas; si nosotros lo atacamos desde los primeros años puede atacar la forma de pensar generacionalmente”, dice en entrevista con Expansión Política.
La restricción, señala, tendría que aplicarse no sólo dentro de los muros de las escuelas, sino en las tiendas de la esquina y puestos en vía pública a su alrededor.
A la par es necesario concientizar a los alumnos y brindarles opciones saludables en especial para zonas con familias de bajos ingresos, en lugar de sólo eliminar de un día al otro las papas fritas, chocolates y refrescos, considera el morenista integrante de las comisiones legislativas de Educación, y de Juventud.
“Son dos elementos: los alimentos que están vendiendo las grandes empresas y segundo una cultura alimenticia. Dependiendo de la zona también tiene que ver con la economía, señala.
Shelma Navarrete