Como un nuevo caso de maltrato, la Red Animal de Yucatán dio
a conocer que ayer, una persona responsable de una calesa, colocó luces de
colores en el rostro de un caballo para capturar la atención de las personas
que transitaban en el Centro Histórico de Mérida.
Fueron las personas Edmundo Caballero y Karla Caballero,
quienes al encontrarse con esta escena, decidieron grabar y difundir con la
finalidad de que la persona responsable desistiera y le quitara las luces que
sin duda, le afectaban al caballo, pues pretendía que hiciera los habituales
recorridos con ellas puestas muy cerca de los ojos.
Al respecto, Raúl Argáez Ortega, representante de Un Millón
de Esperanzas a nivel nacional y vocero de la Red Animal Yucatán, comentó que
no es la primera vez que denuncian casos como este, puesto que ya en ocasiones
anteriores caballos se han desmayado, han sufrido insolación y fracturas cuando
resbalan en las calles en temporadas lluviosas.
“En Mérida siguen usando calesas jaladas por animales,
cuando ya hay conocimiento de sitios aquí en Yucatán en donde las calesas son
eléctricas, por ejemplo Motul y Progreso”.
El activista recordó que ya en diferentes ocasiones han
solicitado que sean retiradas las calesas jaladas por caballos, pero el
Ayuntamiento de Mérida y el gobierno del estado, no han dado respuesta.
Las peticiones surgen de tan sólo el hecho de que los
animales pasan largas horas expuestos bajo el sol y luego son obligados a dar
recorridas hasta con cinco personas en una calesa.
Quienes están a cargo de ellas, aseguran que los animales
cuentan con las condiciones necesarias que garantizan una buena calidad de
vida, además que tienen alimentación adecuada y atención médica.
Sin embargo, Argáez Ortega dijo que no hay pruebas
suficientes de que esto sea cierto, porque ni siquiera se han hecho estudios
que avalen estas afirmaciones.
Fuente: Jornada Maya