REINO UNIDO.-
Durante el embarazo el miedo más grande de cualquier mujer que desea ser madre
es perder a su bebé e incluso, algunas mujeres tienen que elegir entre salvar
su propia vida o la de su hija(o), tal como le sucedió a una mujer británica de
30 años de edad que se negó a abortar a su bebé para recibir quimioterapias contra
el cáncer.
Sarah Milner, es
una joven madre que fue diagnosticada con un cáncer peligroso en el cuello
uterino, justo a las 21 semanas de embarazo; ante esto los médicos le
recomendaron interrumpir el proceso de gestación para recibir quimioterapias pero
ella se negó.
No cabe duda que el amor de madre es incondicional, pues luego de continuar con su embarazo Sarah logró dar a luz a su bebé el pasado primero de abril y afortunadamente el pequeño nació con buen estado de salud.
“Debido a la
naturaleza agresiva del cáncer, los médicos me aconsejaron interrumpir mi
embarazo. Sin embargo, realmente no quería hacer eso, quería tener a mi bebé
sin importar nada”, aseguró Milner.
Tras el parto, los
médicos sometieron a la mujer a una histerectomía y una extirpación
de ganglios linfáticos para extraer gran parte del cáncer, por lo que el
pronóstico apuntaba a ser muy bueno.
“Después de dar a
luz me dijeron que eran buenas noticias, que habían extirpado la mayor parte
del cáncer y tenía muchas posibilidades de que me dieran el visto bueno […]
Pensé que mi decisión había dado sus frutos y que todo iba a salir bien”,
reconoció Milner.
Tristemente esto
cambió luego de que el pasado mes de octubre Sarah se sometió a una tomografía,
pues al recibir los resultados en noviembre supo que los médicos habían
encontrado otro bulto en el canal linfático y el cáncer se había extendido
en otras partes de su cuerpo.
“No podía creer lo
que me estaban diciendo. Mi mundo se vino abajo por completo. La noticia me
aplastó. Sabía los riesgos que estaba tomando, pero simplemente no era lo que
esperaba ver”, reconoció.
A pesar de esto, la
madre de ahora cuatro pequeños ha buscado en su familia la motivación para
salir adelante, se ha sometido a quimioterapias y su esperanza de vida
ahora de dos años. Además ella y su esposo James recibieron una licencia
especial para casarse.
“Estoy feliz de que
logramos casarnos, fue una de las cosas más importantes para mí”, mencionó
Milner, por lo que ahora se encargará de dejarle detalles a sus hijos para que
sean entregados en un futuro, como por ejemplo tarjetas de cumpleaños o bodas.