Ante la American Society of Mexico, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, advirtió que la reforma electoral es "demencial", pues generará graves riesgos en las próximas elecciones.
El consejero aseguró que los mexicanos deben unirse a la batalla colectiva en defensa del sistema democrático actual, porque, de lo contrario, las elecciones se convertirán en un problema, cuando no lo son ahora.
"Cuando las democracias mueren tiene dos responsables: aquel que ataca, destruye la democracia, con un propósito político, pero también hay otro responsable, aquellos que pasivamente vieron como la democracia era atacada y finalmente aniquilada, es decir la pasividad, la indolencia de los ciudadanos que ven como su democracia se agota y no hace nada, es también responsabilidad en la muerte de las democracias", dijo.
Ante miembros de la comunidad estadounidense-mexicana, Córdova consideró que en México existe una sociedad dispuesta defender algo que le pertenece, como son las reglas democráticas de acceso al poder, por lo que recordó que pueden ampararse como ciudadanos ante los impactos de la nueva legislación, que está por publicarse.
"Las elecciones como hace 35 años van a volver a ser un problema que se va a sumar a los problemas de pobreza, desigualdad, impunidad, corrupción y violencia que hoy nos aquejan. No queremos un problema donde no lo tenemos. Entonces digo: no permitamos que en México la democracia se nos agote por no hacer nada", indicó tras festejar la movilización del domingo.
Resumió que el "Plan B" es una reforma disruptiva que va en contra de todo lo construido en 35 años, fue propuesta desde el poder, no desde la oposición, como solía ser, se aprobó por una "aplanadora legislativa" oficialista y sin consultar a expertos o a las autoridades electorales.
Sin mencionar directamente al Presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó que si bien en la elección del 2006 hubo situaciones cuestionables como la intervención indebida del gobierno y sus funcionarios, uso de recursos públicos para favorecer a una fuerza política, dinero privado para la compra de publicidad, no existió un fraude.
"El fraude respecto del 2006, estoy convencido, es más un discurso público y político que algo probado. No hay fraudes y el voto es el que determina quién gana y quién pierde elecciones", indicó.
Sin embargo, aseguró, parte de lo que se corrigió para que no volviera a suceder, va a regresar, provocando riesgos en la paz pública y gobernabilidad.
Córdova fue ovacionado cuando afirmó que un ejemplo de la pulcritud con la que trabaja el INE fueron las elecciones de Tamaulipas, donde pese a su complejidad por el crimen organizado, se instaló el 100 por ciento de casillas.
Confió en que la Suprema Corte de Justicia revertirá la nueva legislación, y afirmó que el primer logro es que un ministro haya suspendido la aplicación de la Ley de Comunicación Social en el Estado de México y Coahuila, pues permite la injerencia de funcionarios en la elección.
Indicó que la reforma provocó una confusión entre órganos del INE, al fusionar áreas, desaparecer y crear otras, lo que compromete la organización electoral.
Además, afirmó, es una legislación personalizada, pues destituye a la mano derecha del Consejo General, el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo, y le da poderes al titular del Órgano Interno de Control, Jesús George, quien, acusó "se ha comportado con un sesgo político no menor".
Además de desmantelar el Servicio Profesional Electoral, y provocar el despido de miles de personas, calificó como irreal que propongan que en las zonas metropolitanas solo existe una oficina. Lo que implicaría, por ejemplo, que en la Zona Conurbada de la Ciudad de México, con 28 distritos electorales, sólo exista una.
"Es una reforma demencial. Es una reforma peligrosísima para la viabilidad de la democracia por una simple razón: abre la puerta a que las elecciones sean un problema, y no me refiero a que sean unas elecciones competidas sino a la organización de las elecciones", apuntó.
Si bien es cierto que el padrón electoral sigue en poder del INE, acusó que el Gobierno quiere intervenir, pues ahora será la Cancillería mexicana la que avale el listado de votantes en el extranjero y permita que se vote con pasaporte o tarjeta consular.
Ahora, explicó, más de un millón de connacionales podrían votar, pero si se permite hacerlo con otro documento, en la elección del 2024 podrían hacerlo 8 millones de mexicanos en Estados Unidos.
Insistió que una autoridad autónoma no puede operar desde los edificios gubernamentales, como se pretende al cambiar los módulos de credencialización a ese tipo de oficinas, y sí están en riesgo la información de los ciudadanos que ahí se resguarda.
Actualmente, indicó, uno de cada tres pesos del presupuesto del INE se usa para la credencialización y su seguridad.
Advirtió que las causales de nulidad de una elección estarán a la orden del día, porque existe una infinidad de circunstancias que lo provocarán con las nuevas normas.
"Son tiempos de la Corte, claro que hay motivos para estar preocupados, sí está pasando algo muy grave, pero también tengo muchísima confianza en que la Corte es el ancla de estabilidad jurídica que puede y debe salvar el orden democrático", añadió.