El consumo de metanfetamina entre los jóvenes en Estados Unidos ha sido un tema preocupante en los últimos años. La metanfetamina es una droga altamente adictiva que afecta el sistema nervioso central, y su uso puede tener consecuencias devastadoras, como en el caso de Kaylee Muthart, quien se arranco los ojos en un ataque psicótico.
Desde su niñez Kaylee presentó problemas para controlar sus emociones, pero todo se agravó cuando ella tenía tan sólo 17 años de edad, en esa época le diagnosticaron arritmia y bipolaridad.
Tras el diagnostico sufrió depresión, lo que la llevó a beber en exceso y a entrar al mundo de las drogas, Kaylee comenzó a consumir diario y poco a poco todo empeoró.
El día que se arrancó los ojos
Fue el 6 de febrero del 20218, cuando Kaylee, se encontraba frente a una iglesia de Anderson, Carolina del Sur, cuando sufrió un ataque psicótico, a unos metros se encontraba otra joven, quien dijo haberlo visto todo.
Superando a una pelicula de terror, pues esto si era real, la joven presenció con horror como Kaylee se arrancó los ojos con sus propias manos, por lo que de inmediato la joven perturbada por lo que acaba de ver llamó al 911 para pedir ayuda.
A los poco minutos, un equipo de emergencias llegó para atender a la joven y los paramédicos la llevaron al Green Memorial Hospital donde fue intervenida.
Ya estando en el hospital, los médicos aseguraron que tal vez consumió metanfetamina.
Lamentablemente, los médicos no pudieron hacer nada por salvar sus ojos pero lograron evitar que se dañara el nervio óptico, según lo informado por Indigo.
“Las drogas toman sus miedos y creencias y los amplifican. Pensé que tenía que sacarme los ojos para sobrevivir y salvar al mundo”, comentó la propia Kaylee a la revista People en el 2018.
“Momentos antes sentí alucinaciones inducidas por el consumo de la droga y escuchaba voces que la obligaban a sacarse sus ojos por sus propios medios”.
Tristemente, Kaylee quedó permanentemente ciega.
Actualmente, la joven es madre de una niña y afirma que lo que más extraña es poder ver su sonrisa pero asegura que ahora es mucho más feliz que antes.
“Sigo siendo yo, me levanto cada mañana y tomó una taza de café que yo misma preparé. Toco la guitarra, sigo siendo yo”, asegura.da con otra sustancia química que la llevó a ese estado.
