En esta temporada navideña, pocos lugares de hospedaje y restaurantes de Acapulco mantienen operación tras el paso del huracán "Otis", y los que la tienen lo hacen a una capacidad mínima. El hotel que más ofrece está a un 30%, mientras otros siguen sacando escombros, sin la posibilidad de ofrecer el servicio.
Por ejemplo, en este diciembre sólo cuatro hoteles ubicados en la franja de la playa tienen habitaciones disponibles. Los restaurantes operan de manera improvisada, sin techos y con una oferta muy por debajo de su capacidad.
Muchos de los negocios no se han podido recuperar y otros de plano no lo harán en el corto y mediano plazo. El hotel Elcano, a dos meses del paso del huracán, anunció su cierre y liquidó a cerca de 100 trabajadores.
El hotel Dreams anunció que abrirá hasta 2026; el restaurante La Misión también anunció su cierre; la Universidad Americana de Acapulco informó que suspende su servicio de manera indefinida. Los cierres y despidos pueden tomar un ritmo vertiginoso en los próximos meses, cuando termine la entrega de apoyos.
El presidente del Consejo de Cámaras Industriales y Empresariales de Guerrero (Concaningro), Julián Urióstegui Carbajal, lanzó un pronóstico poco alentador: Si no se apoya a las micro, pequeñas y medianas empresas, se podrían perder unos 35 mil empleos formales y otros 40 mil informales.
Explicó que son unas 12 mil micro, pequeñas y medianas empresas en el puerto las que requieren algún tipo de ayuda para reconstruirse y reactivarse.
Urióstegui Carbajal lamentó que a casi dos meses del "Otis", no ha podido acceder a créditos públicos ni privados para reactivar sus negocios.
Indicó que antes del huracán, estas empresas ofrecían unos 85 mil empleos y hasta ahora por lo menos 5 mil personas han quedado desempleadas.
Urgió al gobierno federal y Asociación de Bancos de México a que otorguen créditos para enfrentar la crisis porque los empresarios cada vez tienen menos capacidad para mantener sus nóminas.
El empresario Guido Rentería Rojas explicó que 80% de los daños provocados por "Otis" fue a la iniciativa privada y el resto a la pública.
Rentería Rojas consideró necesario que haya un financiamiento público; que el gobierno federal otorgue préstamos con tasas de intereses mínimas o fondo perdido para que se realice la reconstrucción económica del puerto.
“Muchas empresas están paradas porque no forman parte de un corporativo o porque no pagaban un seguro, se necesitan activar. La industria no quiere que le regalen, sino que le den facilidades pero todo está relacionado, es una simbiosis: si no abren los acapulqueños no podrán trabajar”, señaló el empresario.
El empresario reconoció los apoyos que ofrece el gobierno federal, pero advirtió que no son suficientes.
“A finales enero, febrero se va a comenzar a resentir porque ese dinero que está dando el gobierno se va a terminar. ¿Y qué va a pasar si su fuente de trabajo no está abierta? El gobierno federal debe de tener claro que no se está apoyando a los fifís, que en el fondo se está apoyando al personal, se me ocurre que el gobierno condicione el apoyo. Que le diga a los empresarios que los va a apoyar con la condición de que no despida a ningún trabajador, pero si no se reparan los hoteles, los restaurantes como recibes a los turistas, como se da el empleo”, expuso.