La sombra de Carlos Sobrino Sierra, asesor de la gobernadora Ivonne Ortega y padre de Jorge Sobrino Argáez, integrante de la planilla de Angélica Araujo a la alcaldía de Mérida, ha vuelto a surgir en la presunta red de corrupción descubierta en la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero (Sfayp).
Wílberth Manuel de Atocha Albor González, identificado como chofer de Sobrino Sierra y vendedor de la empresa Licores Argáez, propiedad de la familia del asesor, recibió $992,290 de la Secretaría en 2008 para construir un invernadero de chile habanero en Conkal, aunque no se sabe en qué lugar.
Según el expediente 31-08-004246 del Programa para la Adquisición de Activos Productivos de la Sfayp, Albor González obtuvo ese apoyo con recursos exclusivamente federales, vía la Sagarpa, contra lo que ocurre regularmente en este tipo de apoyos, que reciben además aportaciones estatales.
De acuerdo con las normas del Programa, el beneficiario debió aportar $1.104,722, para completar la mezcla de recursos necesarios para financiar la construcción de un invernadero de 4,000 mil metros.
—En Conkal todos saben que Albor no es una persona de recursos. Es un vendedor de aguardiente y empleado incondicional de Sobrino — dice la alcaldesa de esa población, María Elena Uicab Quijano del PAN. — Nunca se ha dedicado a la agricultura y nadie conoce aquí un invernadero a su nombre.
Según información obtenida por el Diario, la Secretaría benefició también al suegro y a la hija de Albor, con distintos apoyos, aunque hay indicios de que éstos nunca se invirtieron en proyectos productivos.
César Rivas Baquedano, padre político de Wílberth Albor González, presunto colaborador cercano de Carlos Sobrino Sierra, recibió $194,285 de la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero (Sfayp) en 2008, como supuesto representante del Grupo Porcino Pizarro, para la adquisición de un equipo de tratamiento de aguas residuales en granjas porcícolas.
Sin embargo, según la alcaldesa de Conkal, María Elena Uicab Quijano, Rivas Baquedano, como informamos ayer, “fue porcicultor hace años; ahora está retirado y no tiene para comer. Aquí le damos despensas y dinero para ayudarlo”.
Asimismo, en el expediente 31-08-000967 del Programa para la Adquisición de Activos Productivos con componente ganadero de la Sfayp en 2008, se consigna la entrega de $68,000 a Nallely Manuela Albor Rivas, hija de Albor González, para la compra de un semental bovino y 10 vientres bovinos para el fomento de una supuesta ganadería en Buctzotz, a cambio de que ella aportara $30,000.
El 12 de febrero, el Diario publicó que Albor González y otras cuatro personas ligadas a Sobrino Sierra recibieron $128,625 de la Sfayp en 2008 por realizar estudios “para el otorgamiento de apoyos a invernaderos”, que cobraron pero no realizaron, según la auditoría de la Contraloría DASC-SFAYP-02E/08m.
En esa misma ocasión informamos que Albor, identificado como chofer de Sobrino Sierra y “vendedor de Licores Argáez en las mañanas”, obtuvo por ese concepto $5,250, de acuerdo con la Contraloría.
Al día siguiente, Sobrino Sierra declaró que es falso que Albor González haya sido su chofer. “Nunca en la vida he tenido uno”, dijo; “él es familiar de mi esposa y claro que entra y sale de las instalaciones, de los negocios (Licores Argáez), pero hablar de que es un empleado de allí, se me hace fuera de lugar”.
Sin embargo, informes de la propia empresa obtenidos por este periódico confirman que Albor González trabaja allí. Por lo menos lo hacía hasta febrero, como vendedor de licores. En enero registró ventas de $37,000. Carlos Sobrino Argáez, el otro hijo del asesor, dirigió esa compañía hasta antes de su nombramiento como subsecretario de Obras Públicas en el gobierno de Ivonne Ortega, en septiembre de 2009.