Publicada: 31 agosto 2011
Sin embargo, si la matanza se retrasa otro día o varios días más entonces sí habrá serios problemas de suministro porque muchos proveedores, mayoristas y los carniceros de los mercados periféricos se surten de las carnes que procesa el rastro municipal de Mérida.
"Estamos enterados que fue por falta de pago de la energía eléctrica que consume el rastro", indicó en una entrevista telefónica.
Informó que la suspensión de la matanza afecta a unos 10 mayoristas que surten al comercio y a una cadena de súpermercados local que compra carne fresca.
De acuerdo con las fuentes, el más perjudicado por el paro técnico obligado es la comercializadora Torino, que llevó al rastro a un buen número de reses, pero se quedaron en los corrales.
Abastos de Mérida, como hemos informado ampliamente, opera con números rojos y prácticamente funciona con subsidios. En mayo pasado el Ayuntamiento le suministró $1.4 millones, pero en junio no le dio nada. Incluso, en ese mes el rastro registró un déficit de $849,666, según documentos oficiales obtenidos por el Diario.
El director Juan Salomón Gómez gestionó el pago urgente de la deuda en la Tesorería, pero hasta las 20 horas no había pagado.