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(visita presidencial, calderón, aplausómetro, informe)
(visita presidencial, calderón, aplausómetro, informe)
En esta ocasión no hubo elogios en la visita presidencial Publicada: 9 septiembre 2011
Al Informe Regional del presidente asistieron agrupaciones civiles, rectores de universidades, representantes de la Iglesia y políticos 
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El férreo control que hubo en la lista de invitados y la expedición de pases al gobierno del Estado propiciaron que no se llenara el salón del Fiesta Americana donde se llevó al cabo el informe regional del presidente Felipe Calderón, lo que obligó a retirar decenas de sillas de las últimas filas.
Entre los asistentes estuvieron dirigentes de cámaras y de agrupaciones civiles, rectores de universidades, representantes de la Iglesia y alcaldes y diputados locales y federales, pero la lucha por ocupar el mayor espacio se centró entre delegados federales, de filiación panista, y funcionarios emanados del PRI.
El secretario de Logística y Protocolo del Ejecutivo, Jorge Canul Rubio, estuvo activo pasando funcionarios a las sillas de adelante. Los delegados ya habían ocupado las suyas.
El escenario estaba listo para una guerra de aplausos a favor de la gobernadora Ivonne Ortega y del presidente Calderón. El mensaje de la gobernadora arrancó los aplausos del auditorio.
Sin embargo, a juzgar por la recepción al Presidente, los 12 aplausos que interrumpieron su mensaje y los fuertes aplausos que motivaron sus respuestas sobre el tema de la represión y la rendición de cuentas, el aplausómetro se inclinó del lado panista.
El evento se convirtió en una pasarela de aspirantes a cargos de elección popular, aunque hubo algunas ausencias. En esta ocasión no hubo elegios entre la gobernadora y el Presidente, fue más bien un frío encuentro.
El secretario de Planeación, Ulises Carrillo, se sentó en la última fila. Los diputados Felipe Cervera y Adolfo Calderón Sabido llegaron al salón con Roger Torres Peniche, asesor de una aspirante panista. Al concluir el acto, el Presidente viajó a Quintana Roo y luego a Campeche
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Entre los asistentes estuvieron dirigentes de cámaras y de agrupaciones civiles, rectores de universidades, representantes de la Iglesia y alcaldes y diputados locales y federales, pero la lucha por ocupar el mayor espacio se centró entre delegados federales, de filiación panista, y funcionarios emanados del PRI.
El secretario de Logística y Protocolo del Ejecutivo, Jorge Canul Rubio, estuvo activo pasando funcionarios a las sillas de adelante. Los delegados ya habían ocupado las suyas.
El escenario estaba listo para una guerra de aplausos a favor de la gobernadora Ivonne Ortega y del presidente Calderón. El mensaje de la gobernadora arrancó los aplausos del auditorio.
Sin embargo, a juzgar por la recepción al Presidente, los 12 aplausos que interrumpieron su mensaje y los fuertes aplausos que motivaron sus respuestas sobre el tema de la represión y la rendición de cuentas, el aplausómetro se inclinó del lado panista.
El evento se convirtió en una pasarela de aspirantes a cargos de elección popular, aunque hubo algunas ausencias. En esta ocasión no hubo elegios entre la gobernadora y el Presidente, fue más bien un frío encuentro.
El secretario de Planeación, Ulises Carrillo, se sentó en la última fila. Los diputados Felipe Cervera y Adolfo Calderón Sabido llegaron al salón con Roger Torres Peniche, asesor de una aspirante panista. Al concluir el acto, el Presidente viajó a Quintana Roo y luego a Campeche
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