Noticias de Yucatán
(túnel, violencia, represión, impunidad, foro, sociedad en movimiento,)
Tema: El paso deprimido
(túnel, violencia, represión, impunidad, foro, sociedad en movimiento,)
Opinan que el túnel vial es visto como una ofensa
Publicada: 12 noviembre 2011
Publicada: 12 noviembre 2011
Enrique Urzaiz Lares, Luis Ramírez Carrillo y Marco Tulio Peraza, de Sociedad en Movimiento, anteayer en conferencia de prensa 
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Para la sociedad la "Glorieta 4 de julio" tiene el carácter de monumento en honor a la participación ciudadana y aporta mucho a la madurez cívica de los emeritenses, manifestó Marco Tulio Peraza Guzmán, doctor en arquitectura e investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán.
"Para la comunidad ese proyecto es una imposición, es un signo de la represión, no de la paz", agregó. "El significado que prevalece respecto a esa obra no es de concordia, es un emblema de la resistencia ciudadana, de la participación cívica, de la oposición social".
Por su parte, Enrique Urzáiz Lares, también doctor en arquitectura e investigador de la Uady, coincidió en que esa moderna obra "es vista como una ofensa a los ciudadanos".
"Es un proyecto impuesto, es la expresión del abuso de autoridad ante una sociedad inerme y dividida", señaló.
Ambos arquitectos participaron anteanoche en el foro Impactos Sociales de la Construcción de la "Glorieta del 4 de julio", que realizó la agrupación Sociedad en Movimiento, en su local del barrio de Santa Ana. El tercer orador, como ya informamos, fue el Dr. Luis Ramírez Carrillo, investigador del área de ciencias sociales de la Uady.
En su turno, Peraza Guzmán aclaró que el poco tiempo transcurrido desde que se inauguró el "paso deprimido" impide medir el impacto social del mismo, de modo que en ese marco emitió sus puntos de vista, los cuales centró en tres aspectos: social, urbano y el simbolismo.
"En lo social esa obra alentó el activismo ciudadano y estableció una nueva forma de ver la obra pública. Ahora la sociedad no es pasiva, exige participar, definir qué se hace y cómo se hace y cuánto se invierte".
"La respuesta del gobierno a esa expresión ciudadana fue reaccionar con incongruencia y contradicciones".
"Desde el aspecto urbano ese proyecto mostró que en el gobierno prevalece el criterio de que toda obra es modernizadora y por tanto es bienvenida, pero esto es un concepto anquilosado que ya fue desechado mundialmente. El nuevo criterio es que toda obra debe ser sustentable, participativa, con respeto al usuario".
"Se exageraron las medidas viales para hacer funcional esa obra. La sociedad propuso crear pares viales en lugar de construir esa obra, pero el Ayuntamiento hizo ambas cosas y creó una sobrerregulación vial".
"En el aspecto simbólico esa glorieta y el subterráneo cargan con el estigma de la represión del 4 de julio y las fallas en el diseño y la construcción. Hay personas que se resisten a usarlos, otros tienen temor y en el ambiente flota la sensación de que siguen los problemas ahí".
"El Ayuntamiento sostiene que esa obra es ejemplo de su plan modernizador, la llama Glorieta de la Paz y es demostración de un gobierno firme. Para la sociedad ese proyecto es todo lo contrario: es una imposición, es un signo de la represión, no de la paz".
"El significado que prevalece respecto a esa obra no es de concordia, tiene el carácter de monumento a la participación ciudadana, aporta mucho a la madurez cívica de los meridanos".- Hansel Vargas Aguilar
Más información: http://www.yucatan.com.mx/pasodeprimido"Para la comunidad ese proyecto es una imposición, es un signo de la represión, no de la paz", agregó. "El significado que prevalece respecto a esa obra no es de concordia, es un emblema de la resistencia ciudadana, de la participación cívica, de la oposición social".
Por su parte, Enrique Urzáiz Lares, también doctor en arquitectura e investigador de la Uady, coincidió en que esa moderna obra "es vista como una ofensa a los ciudadanos".
"Es un proyecto impuesto, es la expresión del abuso de autoridad ante una sociedad inerme y dividida", señaló.
Ambos arquitectos participaron anteanoche en el foro Impactos Sociales de la Construcción de la "Glorieta del 4 de julio", que realizó la agrupación Sociedad en Movimiento, en su local del barrio de Santa Ana. El tercer orador, como ya informamos, fue el Dr. Luis Ramírez Carrillo, investigador del área de ciencias sociales de la Uady.
En su turno, Peraza Guzmán aclaró que el poco tiempo transcurrido desde que se inauguró el "paso deprimido" impide medir el impacto social del mismo, de modo que en ese marco emitió sus puntos de vista, los cuales centró en tres aspectos: social, urbano y el simbolismo.
"En lo social esa obra alentó el activismo ciudadano y estableció una nueva forma de ver la obra pública. Ahora la sociedad no es pasiva, exige participar, definir qué se hace y cómo se hace y cuánto se invierte".
"La respuesta del gobierno a esa expresión ciudadana fue reaccionar con incongruencia y contradicciones".
"Desde el aspecto urbano ese proyecto mostró que en el gobierno prevalece el criterio de que toda obra es modernizadora y por tanto es bienvenida, pero esto es un concepto anquilosado que ya fue desechado mundialmente. El nuevo criterio es que toda obra debe ser sustentable, participativa, con respeto al usuario".
"Se exageraron las medidas viales para hacer funcional esa obra. La sociedad propuso crear pares viales en lugar de construir esa obra, pero el Ayuntamiento hizo ambas cosas y creó una sobrerregulación vial".
"En el aspecto simbólico esa glorieta y el subterráneo cargan con el estigma de la represión del 4 de julio y las fallas en el diseño y la construcción. Hay personas que se resisten a usarlos, otros tienen temor y en el ambiente flota la sensación de que siguen los problemas ahí".
"El Ayuntamiento sostiene que esa obra es ejemplo de su plan modernizador, la llama Glorieta de la Paz y es demostración de un gobierno firme. Para la sociedad ese proyecto es todo lo contrario: es una imposición, es un signo de la represión, no de la paz".
"El significado que prevalece respecto a esa obra no es de concordia, tiene el carácter de monumento a la participación ciudadana, aporta mucho a la madurez cívica de los meridanos".- Hansel Vargas Aguilar
Tema: El paso deprimido
En contexto:
En sus propias palabras
Dr. Enrique Urzáiz Lares
"El sentimiento social a esa obra se expresa en caricaturas, bromas y comentarios chuscos sobre ella que se difunden en medios de comunicación y en internet. Ese sentir social también se observa en las manifestaciones públicas contra esa construcción".
"Todo lo anterior son reacciones hacia un proyecto que es visto como una ofensa a los ciudadanos".
"El paso deprimido es un proyecto impuesto, es la expresión del abuso de autoridad ante una sociedad inerme y dividida".
"Esa estructura no es el final de algo sino que es uno de muchos problemas que son fruto de imposiciones. Y hay que buscar estrategias para frenarlas".
"La sociedad no debe quedarse estancada en el paso deprimido sino atender otros problemas urbanos igual de importantes, como es la expansión de la ciudad. Los fraccionamientos de la periferia crecen al mismo tiempo que se vacía el Centro Histórico".
Dr. Enrique Urzáiz Lares
"El sentimiento social a esa obra se expresa en caricaturas, bromas y comentarios chuscos sobre ella que se difunden en medios de comunicación y en internet. Ese sentir social también se observa en las manifestaciones públicas contra esa construcción".
"Todo lo anterior son reacciones hacia un proyecto que es visto como una ofensa a los ciudadanos".
"El paso deprimido es un proyecto impuesto, es la expresión del abuso de autoridad ante una sociedad inerme y dividida".
"Esa estructura no es el final de algo sino que es uno de muchos problemas que son fruto de imposiciones. Y hay que buscar estrategias para frenarlas".
"La sociedad no debe quedarse estancada en el paso deprimido sino atender otros problemas urbanos igual de importantes, como es la expansión de la ciudad. Los fraccionamientos de la periferia crecen al mismo tiempo que se vacía el Centro Histórico".
