Noticias de Yucatán
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El sistema político en este país está acotado. La estructura bajo la cual nos regimos desgraciadamente no está dando resultados. Hay que darle más participación a la ciudadanía, no nada más en cargos políticos sino en la agenda que se requiere para cada municipio, para cada Estado, declara la activista Isabel Miranda de Wallace.
“El tema de nuestro país es que hemos visto las cosas al revés: todas las instrucciones vienen desde arriba y se permean hacia abajo”, agrega. “Y debe ser en sentido contrario, construir de abajo hacia arriba, porque somos una Federación”.
La presidenta de la asociación civil Alto al Secuestro expresa esos conceptos al responder a una pregunta sobre la infiltración de la delincuencia organizada en algunos gobiernos locales, como ha ocurrido en Michoacán y Guerrero.
Cuando se plantea la posibilidad de que ese hecho obstaculice la estrategia contra los criminales, la señora Miranda de Wallace dice:
“Indudablemente, y yo creo que a eso se deben los llamados del presidente Peña a los gobiernos estatales para que cumplan su responsabilidad. Uno de esos llamamientos fue hace unos días en la Conago, y el otro fue en el reciente consejo nacional de seguridad, al que asistí…”
Estuvo en Mérida como participante en las II Jornadas de Promoción y Protección de los Derechos Humanos.
Promotora y activista
Licenciada en Pedagogía por la UNAM, obtuvo el Premio Nacional de Derechos Humanos, por su labor social de promoción y defensa de los derechos humanos de las víctimas del secuestro. Creó la asociación civil Alto al Secuestro a raíz del caso de su hijo Hugo Alberto Wallace Miranda.
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La activista Isabel Miranda de Wallace, presidenta de Alto al Secuestro, A.C., cita los valores de sus ciudadanos como la principal fortaleza de Yucatán y un escudo contra la delincuencia. Su consejo a los yucatecos es: "No pierdan esta paz".
Al secuestro se le asocia con la impunidad. ¿Qué hacer como sociedad para acabar con ambos males?
Yo creo que (debe ser) lo que están haciendo aquí en Yucatán. Precisamente vengo a participar en la promoción de los derechos humanos y creo que esta parte hay que recuperarla en el país: el hecho de vernos como personas y no como cosas o como estadísticas, el hecho de entender que la vida tiene un valor…
Hay que permear esta cultura a nivel nacional. Ustedes en Yucatán no tienen secuestros, viven en paz, pero conservan mucho la parte de la familia, la parte de los valores, y eso es algo que se ha perdido en otros estados.
El problema del secuestro lo tenemos básicamente en los estados de la zona centro. Estamos hablando de Michoacán, Estado de México, Distrito Federal, Morelos, Guerrero y Veracruz, y por el lado de la frontera, en Tamaulipas. También en Tabasco. Fuera de ello, todo el resto del país, gracias a Dios, no se encuentra en estos niveles de violencia.
¿Hay simulación en el combate al secuestro?
No es que haya simulación. Creo que muchos estados no asumen su responsabilidad. Por eso el Presidente les pide que no naden de muertito. Y yo lo he dicho muchas veces, usando el mismo adjetivo: que no naden de muertito algunos gobernadores, porque la Federación se ha comprometido en el tema. Hemos visto que equipó a diez unidades con un sistema de inteligencia que ayuda a combatir el secuestro.
Sin embargo, vemos a gobernadores que no se comprometen con el tema. Un casi concreto es Tamaulipas: en enero fue el estado con mayores índices de secuestros por cada cien mil habitantes. Fue el número uno.
En cantidad, el estado que más secuestros presenta es el Estado de México, pero recordemos que tiene 16 millones de habitantes. Lo que estamos viendo son algunos estados donde el gobierno de verdad no pone atención en el tema. Quieren que lo resuelva “papá federal” y eso no se vale.
Entonces, más que una simulación hay una gran negligencia y un gran desdén por atender el tema de la seguridad. Como ellos (los gobernantes) andan siempre con escoltas, pues no les importa que la gente de a pie sufra la delincuencia.
¿Basta la depuración de las policías para ayudar a combatir la delincuencia?
No, es sólo una parte. Hay que entender la inseguridad como la punta del iceberg. La inseguridad es transversal, es multifacética: tiene que ver con valores, con educación, con el tejido social, con la cantidad de oportunidades, con la economía, y México tiene muchas carencias en estos rubros.
Creo firmemente que lo más importante está en regenerar el tejido social. Si recuperamos nuevamente a la familia como un nutriente de valores, créeme que vamos a tener otra perspectiva de este país. Chile, por ejemplo, no tenía las oportunidades que hoy tiene y, sin embargo, no sufría la delincuencia que hoy nosotros tenemos. O sea, no debemos asociar necesariamente pobreza con inseguridad. Esto va de la mano con el tema de los valores.
¿A qué atribuye que Yucatán esté relativamente protegido de delitos que se presentan en otras partes?
Más que el factor geográfico es básicamente porque se han mantenido alejados de los delincuentes. Los cárteles no han entrado a Yucatán a crear desorden como hicieron en otros estados.
Y repito: mucho tiene que ver también la cultura de la legalidad que permea en Yucatán, de alguna manera sin proponérselo. Me refiero a la educación de los yucatecos, sus valores, el respeto que tienen a la naturaleza, a la vida, a la mística que conservan ustedes. Eso es lo que hace la diferencia y ojalá que nunca la pierdan, ojalá que la sigan fomentando.
Háblenos del papel de la sociedad en la promoción de los derechos humanos…
Yo estoy convencida de que los derechos humanos se aprenden y se fomentan en la casa. Desde allá se aprende a respetar la vida, a respetar al otro, a saber que los demás no tienen que pensar como nosotros, pero que sí podemos hablar y no pelearnos.
Hoy tenemos que hacer un llamado nacional a que se entienda que violencia genera más violencia. Sentimos mucho dolor por lo que está pasando en Guerrero, pero no podemos utilizarlo como pretexto para seguir generando más violencia. Al contrario: hay que buscar la reconstrucción y la reconciliación.
¿Cómo decirles a quienes están más preocupados por llevar alimentos a sus casas que deben contribuir a esa promoción?
La gente debe entender que a mayor inseguridad, menos inversión. Tenemos que hacerle ver que si todos construimos un mejor país tendremos más oportunidades, porque nadie viene a invertir en un país que está en caos. Prueba de ello es Ciudad Juárez, que fue la ciudad más peligrosa del mundo. Hoy en Ciudad Juárez hay inversión, hay calma, hay paz… Eso quiere decir que sí podemos hacerlo.
Invito a que se haga lo mismo en Guerrero, en Tamaulipas, en Michoacán. Tenemos que recuperar esas zonas y para ello tiene que haber un acompañamiento de la sociedad, de la autoridad, de las instituciones. La autoridad sola no puede, eso ya está visto.
Ahora nos enteramos de la detención de “La Tuta”. Hay quienes consideran que se usan esas operaciones como ardid en tiempos electorales…
No me atrevería a decir una cosa así. A ningún gobierno le conviene que haya delincuentes retándolos y haciendo de las suyas. Y fue lo que hizo este personaje apodado “La Tuta”. Se dio el lujo de producir vídeos, de poner en evidencia la corrupción de muchos políticos y la ineficiencia de una autoridad para detenerlo. Creo que no lo encontraban porque algún grupo cercano al gobierno estatal (de Michoacán) lo protegía y le avisaba de todo. Cuando entra el gobierno federal (a la entidad) se rompe un poco ese vínculo, y digo un poco porque la corrupción siempre permea en todos lados.
¿Algún mensaje a los yucatecos?
Decirles que no pierdan esta paz, este bello Estado. Que sigan cultivando los valores en los jóvenes y niños, que sigan luchando para que se reconozca a Yucatán como un estado próspero, pero sobre todo un estado en paz, como debe ser México.
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